La Corriente Clasista y Combativa pretende que la Iglesia intervenga en el conflicto que mantienen con el gobierno y por ese motivo representantes de la agrupación pidieron llegar al Arzobispado, a fin de solicitar una mediación.

Desde hace una semana, familias de barrios pobres coparon la céntrica plaza San Martín, ubicada frente a la Gobernación, para reclamar viviendas y subsidios. Pero desde el Ejecutivo provincial aseguran que se trata de pedidos complejos y aclaran que aunque quieren despejar ese espacio público sólo lo harán con una orden de la Justicia.

Es por eso que dirigentes de la CCC fueron recibidos este martes por el Padre Osvaldo Bufarini, a quien le solicitaron elevar su pedido a fin de que las autoridades eclesiásticas de la provincia tomen cartas en el asunto, acción que se espera para este miércoles.

“Pedimos que formalmente la Iglesia intervenga, para que las partes alcancemos una visión más realista del problema”, explicó a Rosario3.com el delegado de la agrupación Eduardo Del Monte.

“La situación pasa por ver si ellos (por el gobierno) tienen la voluntad de resolver la situación; nosotros la tenemos”, agregó, a la vez que informó que se está intentando “buscarle la vuelta” al conflicto “porque hay mucha rigidez”. “Queremos encontrar los caminos, pero no puede solucionar una solución indigna”, expresó Del Monte.

Más temprano, la vicegobernadora María Eugenia Bielsa dejó en claro cuál es la postura del gobierno provincial frente a la toma de la plaza San Martín, situación que –de acuerdo a sus explicaciones– lo tiene en una encrucijada: por un lado están los reclamos de la organización de desocupados que considera absolutamente “incumplibles”, por el otro la decisión de no liberar el espacio público sin el aval del Poder Judicial.

A una semana de iniciado, el campamento de la CCC en la plaza San Martín continúa sin solución a la vista, aunque al menos ya sin carros y caballos ya que los cirujas llegaron a un acuerdo con la provincia y volvieron a los barrios.

En diálogo con el periodista Luis Novaresio, en Radio 2, la vicegobernadora dio su versión de por qué no se puede llegar a un acuerdo con la CCC. “Las exigencias tienden a que no se puedan cumplir. Frente a eso hay dos caminos: o los funcionarios mienten y prometen lo que no se puede cumplir, o hacemos lo que estamos haciendo”.

Entre las cosas que “no se pueden cumplir”, mencionó que la CCC no sólo pide 20 mil viviendas sociales y subsidios por 200 mil pesos, sino además que se le entreguen los fondos y los maneje la organización.