El policía disparaba y cada vez que gatillaba una carcajada se le dibujaba en la cara. La imagen fue trasmitida por un canal de televisión y correspondía a una de las escenas que el domingo se pudo ver en la tribuna visitante del Gigante de Arroyito, durante el clásico Central-Newell´s.

Quien manipulaba el arma con una sonrisa de oreja a oreja era un subcomisario de apellido Pereyra que es miembro de Seguridad Rural. Consultado sobre esta situación Eduardo Auccar, jefe de Orden Público, manifestó a Radio 2 que “el policía tiene una especie de tic que hace que en las situaciones críticas se ría de los nervios”.

“No se de qué se reía. Según me explicaron quienes fueron sus jefes se trataría de una reacción que presenta en los momentos límites”, dijo Auccar.

La imagen fue categórica: con una risa indisimulable el uniformado disparaba contra los hinchas de Newell’s que arrojaban piedras desde la bandeja de la popular. Se codeaba con un compañero y no paraba de reír.

Los gestos del policía quedaron capturados por las cámaras de prensa y la policía tuvo que salir a responder.

Auccar aclaró que se abrió un sumario administrativo y uno judicial para investigar el hecho. “Por el momento se lo apartó de su cargo y se lo pasó a disponibilidad”, concluyó el jefe de Orden Público.