Alertado por un llamado telefónico personal del Comando Radioeléctrico se presentó esta mañana en una vivienda de zona sur donde una mujer estaba a punto de dar a luz. Como no había tiempo para trasladar a la futura mamá a un centro de salud, los policías se animaron y la asistieron para que el bebé llegue a la vida.

El hecho ocurrió a las 7.00 de la mañana en Presidente Quintana 100 bis cuando Gladis Beatriz Orellano, de 32 años, estaba en pleno trabajo de parto a punto de dar a luz y después de intentar conseguir sin éxito un taxi de radiollamado o una ambulancia del Sies su esposo Celestino Maciel, de 33 años, llamó a la policía para recibir ayuda.

Cuando los efectivos llegaron al lugar comprobaron que la mujer ya tenía varios centímetros de dilatación y contracciones con lo cual no podían trasladarla y oficiaron de parteros.

Unos minutos más tarde, los policías tuvieron entre sus brazos a una niña y cortaron el cordón umbilical con una sevillana previamente desinfectada.

Luego, con un móvil del Comando Radioeléctrico la bebé que nació en su propia casa con ayuda de los efectivos fue derivada junto a su madre al Hospital Roque Sáenz Peña, donde la flamante había estado la noche anterior con contracciones pero un médico la mandó a su casa donde esos síntomas se agudizaron todavía más.

La beba que pesó 3 kilos 50 gramos se llama Milagros y parece que los nacimientos inminentes son una tradición en su familia. Es que el papá de la niña, llamado Bienvenido de segundo nombre, también nació en su casa, aunque no con ayuda de policías sino de su propio padre que fue quién ofició de partero en esa oportunidad.