El cuerpo de Joel, el chico de 19 años que fue asesinado ayer en el barrio La Tablada era velado este martes en lo que fue su casa, ubicada en buelvar Seguí al 200 bis. Allí, una fuerte presencia policial custodiaba la zona para garantizar que las supuestas bandas de narcos involucradas con el crimen no se enfrentaran. También había efectivos en una remisería y una confitería bailable que ayer fueron atacadas.

Este lunes un joven con antecedentes penales falleció tras ser baleado Bequer y Río Atuel. Tenía en total siete disparos, aunque se supone que dos los mataron y los otros fueron disparados cuando ya estaba abatido. La víctima sería parte de una banda dedicada a la venta de estupefacientes en el barrio y habría tenido inconvenientes con los referentes de un grupo contrario.

El crimen fue vinculado con la llegada de un hombre de 33 años al Heca con nueve disparos, identificado como Jesús. Según la investigación, sería el hermano del dueño de un boliche del que echaron a Joel esa noche. Tras el crimen, la escalada de violencia siguió con el incendio de la casa del presunto homicida y el ataque a balazos a la remisería de sus hermanos.

De acuerdo al periodista Héctor López en Radio 2, este martes, mientras veleban a Joel, la policía seguía atenta a cualquier movimiento. No sólo dispusieron uniformados en el lugar del sepelio sino que también en la vivienda del hombre internado y en la remisería y el local bailable. El objetivo era prevenir cualquier tipo de enfrentamiento entre estas dos bandas.

Según el relato del periodista Pablo Procopio, en inmediaciones de la casa de Joel se había desplegado una gran bandera de Rosario Central. El clima se respiraba tenso.