“¿Acaso querés que te muestre mi sexo?”, la pregunta salió de una atleta sudafricana que por estos días sufrió distintas acusaciones con respecto a su verdadero género. Tal es su porte masculino que muchos se preguntan eçsi en verdad es mujer.

Debido a su contextura física robusta, su vello facial y la musculatura que desarrolló por su disciplina deportiva, mucha gente confunde a la atleta sudafricana Caster Semenya con un hombre.

Semenya, una joven de 18 años que compite corriendo en la categoría 800 metros libres en el Campeonato Mundial de Atletismo que se disputa durante estos días en Berlín, estuvo en el centro de una cuestión muy particular, que hasta su entrenador consideró válida.

“Entendemos que la gente pueda hacerse preguntas porque ella parece un hombre. La curiosidad es humana”, reconoció Michael Seme, entrenador de Semenya. “Puedo darles el teléfono de sus compañeras de habitación en Berlín. Ellas la vieron en la ducha y no tiene nada que ocultar”, ofreció el hombre.

Por su parte, una portavoz de la Federación Sudafricana de atletismo, Ethel Manyaka, confirmó que su país no habría mandado a un Mundial a un atleta sin estar segura de su género. A continuación, citó los ejemplos de María Mutola, de Mozambique, y la alemana Ariane Friedrich.

Mientras tanto, Semenya es una revelación en el mundial de Berlín, y antes logró vencer su propia marca personal por siete segundos, hasta llegar a un minuto y 56 segundos.

Para intentar ayudar a su protegida, Seme contó a los medios una anécdota algo particular: cuando el empleado de una estación de servicio la vio pasar al baño de mujeres, le indicó dónde estaba el de hombres. Por eso, Semenya no pudo contestar nada más que “¿Acaso querés que te muestre mi sexo?”

No contentos con la palabra de la atleta y su entrenador, los organizadores de los Juegos volvieron a aplicar un control de femineidad, una medida que estaba en desuso desde las Olimpíadas de Sydney 2000.