La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció este martes la postergación de su visita a Washington, programada para el 23 de octubre próximo. La modificación en la agenda oficial de la mandataria se debe a las denuncias de espionaje de Estados Unidos. La decisión fue tomada de común acuerdo con el mandatario estadounidense Barack Obama, indicó Brasilia en un comunicado.

"Los dos presidentes decidieron aplazar la visita de Estado, pues los resultados de esta visita no deben estar condicionados a un tema cuya solución satisfactoria para Brasil todavía no fue alcanzada", afirma la nota, que califica el espionaje como un "hecho grave que atenta contra la soberanía nacional y los derechos individuales".

Esta sería la primera visita de Estado de un presidente brasileño a EE.UU. en casi dos décadas, desde la de Fernando Henrique Cardoso en 1995.

La decisión, según la TV GLobo y el portal del diario Folha de Sao Paulo, fue tomada con consulta al ex presidente y jefe político de Rousseff, Luiz Lula da Silva.

Obama y Rousseff hablaron durante 20 minutos el lunes, según reveló la propia mandataria en una entrevista con radios del Estado de Río Grande do Sul.

El caso abrió la peor crisis con Washington desde que en 2003 asumió el poder en Brasilia el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

La presidente dijo el lunes que denunciará el espionaje –revelado por el ex espía Edward Snowden– durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU.

En julio pasado, el diario brasileño O Globo difundió que el ciberespionaje que alcanzó a los países de la región (entre ellos Argentina) es sobre temas políticos, económicos y militares y se centró sobre todo en Brasil, México y Colombia.