La noche del siniestro del avión que transportaba al equipo Chapecoense, el piloto Miguel Quiroga había contactado a la controladora aérea para pedirle prioridad de aterrizaje porque tenía poco combustible. Sin embargo, se habilitó primero a otra nave porque, según explicó la propia controladora que recibió la solicitud, el piloto no aclaró su problema de combustible.

Según informó EFE, Yaneth Molina, la controlado que tomó el pedido el 28 de noviembre pasado explicó que el piloto no reportó en ese momento la emergencia y decidió darle el primer turno a otra aeronave que había presentado un problema por una fuga de gasolina.

Durante esa espera, el avión del Chapecoense sufrió una falla eléctrica y se declaró en emergencia, pero cuando le fue concedido el permiso para aterrizar, el avión empezó un rápido descenso y se estrelló en el municipio de La Unión.

La controladora aseguró que todo lo que hizo en "la frecuencia" fue con la intención de "preservar la integridad de los ocupantes de esas dos aeronaves principalmente y, por ende, de los ocupantes de la otras aeronaves que estaban bajo" su "responsabilidad".