El gobernador Antonio Bonfatti deberá agradecer que el vicegobernador Jorge Henn no es Cobos: en su carácter de presidente del Senado tuvo que votar para desempatar en la sesión de este jueves a la noche y lo hizo a favor de la postura del Ejecutivo, con lo cual se convirtió en ley la reforma tributaria que salió horas antes de Diputados, fruto de un acuerdo entre el Frente Progresista, el Frente para la Victoria y al menos parte del PRO.

La votación fue 8 a 8 entre los oficialistas, incluidos los radicales, que se inclinaron por dar curso a la reforma que salió de Diputados y una parte del justicialismo -otros se abstuvieron-, que pretendía insistir con la media sanción del Senado.

Lo que se había acordado en Diputados, que se estima que aumentará la recaudación en 1.000 millones de pesos al año, se acercaba bastante más a lo que pretendía originalmente Bonfatti, que había diseñado una modificación impositiva que le iba a permitir obtener unos 1.600 millones, que fue recortada a la mitad en la media sanción del Senado.

Las correcciones de Diputados, que son las que finalmente se convirtieron en ley, pasan fundamentalmente por: un mayor aumento del avalúo fiscal para el inmobiliario rural (120 por ciento), un menor aumento para las categorías más bajas del inmobiliario urbano y la aplicación de una tasa de 0,5% de ingresos brutos para las industrias que facturan más de 80 millones de pesos.

Así se termina una historia que consumió siete meses de discusiones e incluso más: durante la gestión Binner hubo dos intentos fallidos de reforma tributaria. 

El final, que se postergó una semana por las discusiones internas en el PJ, no fue sencillo. Después de una sesión con discursos encendidos en Diputados, donde parte del peronismo cuestionó con dureza a la gestión socialista por sus manejos económicos, se inició una compleja negociación en el Senado, que a la medianoche le dio al oficialismo una victoria por penales.

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Luis Rubeo (Radio 2)