Siberia, una región del norte de Asia, que se extiende entre los Urales en el oeste y el mar de Okhotsk en el este, comenzó a deshelarse por primera vez en 11 mil años y ahora exhibe una extensión de más de cuatro mil kilómetros de largo de praderas absolutamente verdes.

La Agencia Espacial Europea (ESA) dedica su ’imagen de la semana’, tomada por el satélite Envisat el pasado 7 de agosto, a la zona de Siberia, que por el norte se extiende hasta el océano Artico y hasta Kazajistán, Mongolia y China en el sur, que atraviesa el río Yenisei, el quinto río más largo del mundo, con 4.023 kilómetros de recorrido.

Siberia está regada por tres grandes ríos, el Ob, el Yenisei -que en la imagen de la ESA puede apreciarse cómo discurre desde la parte inferior derecha hasta la superior izquierda- y el Lena.

El Yenisei, considerado la frontera entre el este y el oeste de Siberia, nace en las montañas Hangayn de Mongolia, y desemboca en el Círculo Ártico, en el mar de Kara.

El oeste de Siberia, que se ha calentado tres grados en los últimos 40 años, alberga los depósitos más grandes del mundo de turba, un suelo esponjoso y húmedo compuesto principalmente por vegetación en descomposición y que ahora, por primera vez en 11.000 años, ha comenzado a descongelarse.

Los depósitos contienen miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero, como el metano y el dióxido de carbono, que se emitirán a la atmósfera si acaban descongelándose, lo que contribuirá, notablemente, según la ESA al calentamiento global del planeta.