Cuanto antes se deja de fumar, más beneficios se obtienen. Los fumadores que dejan de fumar, a cualquier edad, tienen menos riesgo de morir por enfermedades asociadas con el tabaco, que los que continúan fumando. Además, mejoran mucho su calidad de vida:

- Dejar de fumar a los 30 años reduce la probabilidad de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con fumar en más del 90%.

- Dejar de fumar a los 50 años reduce el riesgo de muerte prematura en más del 50% en comparación con quienes siguen fumando.

- Dejar de fumar a los 60 años hace que se viva más tiempo que los que siguen fumando. (Programa Nacional Control de Tabaco)

“La gente sabe que dejando de fumar va a estar mejor; aunque esta idea coexiste con una errónea que sostiene que hay una edad para dejar de hacerlo, y que pasado un momento de su vida ya no vale la pena. En realidad siempre vale la pena dejar de fumar”, quien así se expresa el Daniel Buljubacich, médico neumonólogo y Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

- ¿Usted debe tener muchas historias referentes a esto, verdad?

- Una vez vino a mi consultorio un hombre de 85 años. Tenía síntomas vagos e imprecisos y que apuntaban a que la persona no estaba emocionalmente bien. Le pregunto si le pasaba algo; y me dijo: ´me acabo de separar´. Después de mi asombro le pido que se explaye y me dijo algo que no voy a olvidar: ´Sabe lo que pasa doctor que NUNCA ES TARDE PARA SER FELIZ”. Nunca es tarde para nada y menos para dejar el cigarrillo; porque el sólo hecho de dejarlo le trae a la persona que ha podido salir de la adicción al mismo, una dosis de felicidad enorme que vale la pena experimentar; es la tarea cumplida. Si hoy hiciésemos una estadista entre las personas de 50 años que fuman, un alto porcentaje, de entre el 90 al 100%, va a querer dejar de fumar. Los recursos cerebrales y mentales lo llenan de excusas para no hacerlo: ´ya es tarde´; ´no voy a poder´; ´por más que deje ahora qué va a cambiar´; ´dos o tres no me van a hacer nada´, etc.

Son mitos que funcionan como barreras de protección y defensa. Como resistencias para no aceptar ese no animarse a hacerlo. Pero todos quieren. Es sorprendente.

El fumador que viene al consultorio viene a la defensiva; pensando en la recriminación del médico. Nosotros debemos entender que lo que tenemos enfrente es un enfermo que quiere salir de la influencia de lo que ocasiona su enfermedad. Pero NO SABE CÓMO HACERLO.

Para empezar esa persona que nos demanda nuestra ayuda debe saber que NO HAY EDAD para dejar de fumar. Como no hay edad PARA SER FELIZ.

- ¿Cómo se hace para salir de una adicción?

- Las adicciones; y el tabaco es una de ellas; afectan a dos cuestiones importantes a todo ser humano; su AUTOESTIMA, es decir, el quererse; y la AUTOEFICACIA, es decir, el creer que somos capaces de hacer algo.

El sentir que no podemos con algo, es sentirnos derrotados; sentirnos vencidos. Y un hombre vencido no anda por la vida feliz y con alegría.

¿Ni siquiera sentirse bien delante de sus seres queridos?

- Sí, es así. Una vez nos pasó trabajando con un grupo de cesación, donde muchas veces la sensación que pesa sobre el grupo es un tono emocional agobiante. Alguien que, luego de tres o cuatro sesiones no se había animado a hablar; se animó y dijo: ´yo que quiero dejar de fumar y hago esfuerzo para ello, tengo un hijo adicto a las drogas; y cada vez que le digo que él tiene que dejar de consumir, me dice: ´vos no tenés autoridad para decírmelo; porque vos sos tan adicto como yo; fíjate lo que estás haciendo con ese cigarrillo´.

Nuestro paciente se sentía abrumado porque se daba cuenta que había perdido autoridad frente, nada menos, que a su hijo. Una señora que estaba enfrente se levantó y dijo lo mismo.

Muchas veces, muchos médicos y la sociedad nos quedamos solamente en las enfermedades que el cigarrillo provoca y perdemos de vista el tema de la identidad de quien fuma y cómo se pone en juego en él mismo.

Hay mucha gente que todavía no se percató sobre qué significa el cigarrillo para esa persona.

Esta pérdida de autoridad de estos dos pacientes frente a sus hijos era más importante que todo el daño que le pueda acarrear el mismo hecho de fumar; y hasta de fantasear con contraer un cáncer de pulmón, una EPOC (Enfermedad Obstructiva Crónica), un infarto.

- ¿Nos cuesta encontrar la motivación para dejar de fumar?

- Esa, creo, es la palabra: MOTIVACIÓN. Para dejar de fumar, las personas necesitamos una MOTIVACIÓN. Deseo sentido como CAMBIO.

La motivación hace que yo me mantenga firme aun sabiendo que el enemigo a enfrentar es poderoso; pero que yo puedo darle batalla

- ¿La de ustedes con sus pacientes, es una tarea difícil?

- Sí, y les avisamos cuando comenzamos a trabajar que no va a ser fácil. Pero también les decimos que NO VA A SER IMPOSIBLE.

Si uno quiere saber si algo de lo que intentamos se pueda hacer, miremos alrededor y constatemos si hubo personas capaces de hacerlo.

Si alguien pudo, por qué no voy a poder hacerlo yo, entonces.

Y cualquier fumador que ahora lea esta nota y mire a su alrededor se va a encontrar con más de un caso. Y si esa persona que él conoce lo consiguió, es posible.

- ¿Somos muchos los que ex fumadores?

- Cada vez más. Y se transforma en un ejemplo viviente que hace que el otro se mire y compare. Lo que dice un ex fumador es fundamental.

- ¿Alguna vez fumó?

Si. Alguna vez fumé…

- ¿Cómo hace alguien que fuma, empezar hoy a dejar de fumar?

- Que piense y que no se autoengañe. Ya que, se fuma SIN PENSAR; y se deja de fumar PENSANDO.

De ese modo, se va a dar cuenta que está tomado por una adicción. Y, de ese modo, tomará conciencia  que está tratando de salir de un lugar; lo que va a permitirle pedir ayuda.

Y nosotros le decimos: “anímese a pedir ayuda.

 

Daniel Buljubasich, neumonólogo, | Mat. 8641
Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria
Sanatorio Nuestra Señora del Rosario - Centro Médico IPAM