Un estudio que aparece en la edición de septiembre de Spine da cuenta de la experiencia de un grupo de investigadores de la Universidad de Virginia Occidental que dividieron a 90 personas, de 23 a 66 años, que tenían discapacidad funcional moderada como resultado del dolor de espalda en dos grupos. Un grupo hizo sesiones de 90 minutos de yoga Iyengar dos veces a la semana durante seis meses. El otro continuó con la terapia o tratamiento médico que habían estado recibiendo.

A los tres y seis meses, una mayor proporción de los practicantes de yoga informó sobre mejoras en el dolor y la funcionalidad mediante cuestionarios que preguntaban sobre los niveles de dolor, la dificultad para realizar tareas físicas y los analgésicos que tomaban. Los que estaban en el grupo de yoga también señalaron que tenían menos síntomas de depresión.

"El grupo de yoga experimentó menos dolor, menos discapacidad funcional y menos depresión, en comparación con el grupo de control", aseguró la autora del estudio Kimberly Williams, profesora asistente de investigación en el departamento de medicina comunitaria de la Universidad de Virginia Occidental. "Estos cambios fueron clínica y estadísticamente significativos y se mantuvieron durante seis meses después de la intervención".

El yoga Iyengar, una forma de hatha yoga que es popular en Estados Unidos, mejora la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio de los participantes mediante una serie de posturas específicas.

El doctor Todd J. Albert, jefe del departamento de ortopedia de los Hospitales de la Universidad de Thomas Jefferson y del Instituto Rothman de Filadelfia, dijo que el estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, estaba bien diseñado.

"Me he dado cuenta de que tanto el yoga como el pilates son fabulosos para el dolor crónico de la parte baja de la espalda", dijo Albert. "Se centran mucho en fortalecer el núcleo, algo crítico para las personas físicamente mermadas".

El dolor lumbar puede hacer que las personas dejen de hacer ejercicio a causa de las molestias o al temor de agravar aún más la lesión de su espalda. La falta de actividad puede hacer que los músculos de la espalda se debiliten, lo que crea las condiciones perfectas para aún más dolor crónico.

Los ejercicios como el yoga ayudan a revertir la debilidad muscular al fortalecer los músculos del tronco, entre los que se encuentran los músculos extensores de la espalda, los abdominales y los glúteos, que son claves para la estabilidad del tronco y reducen la carga sobre la columna. "Fortalecer estos músculos es como crear un refuerzo alrededor del torso", explicó Albert.

El dolor lumbar representa entre el 20 y 25 por ciento de los reclamos médicos y tiene altos costos médicos directos anuales, de acuerdo con la información de fondo del estudio.

Mary Lou Galantino, profesora de fisioterapia del Colegio Richard Stockton de Nueva Jersey, dijo que el estudio confirma una investigación anterior sobre los beneficios del yoga en afecciones tan variadas como la menopausia y la osteoartritis.

"Hay tantos datos que apuntan de manera emocionante a los beneficios físicos, psicológicos y espirituales del yoga", dijo Galantino. "También creo que hay un aspecto social en torno al yoga. Puede fomentar un sentido de comunidad y bienestar general".

Al igual que el fortalecimiento de la espalda, los aspectos fisiológicos y espirituales también son importantes, entre los que se encuentra la meditación y la respiración profunda, dijo Galantino.

"Con el fin de lograr un enfoque holístico del bienestar propio, hay que obtener los beneficios físicos, psicológicos, emocionales y espirituales", dijo Galantino, un instructor de yoga. "Es una atención integral. Si se practica la respiración, las posturas y la meditación correctas, el yoga ofrece muchos beneficios. Hay que tener todos los elementos. Si lo occidentalizamos y lo convertimos solamente en un programa atlético, es probable que no se consigan estos beneficios".

Aunque son muchas las causas del dolor lumbar, la responsable con frecuencia es una hernia de disco o artritis. Aunque a las personas que sufren de dolor lumbar les podría preocupar que el ejercicio pueda agravar su dolor, es poco probable que lo haga siempre que no exageren, aseguró Albert.

Fuente: Haealth Day