Los remedios caseros a veces son peligrosos. La Justicia colombiana condenó a un año y medio de prisión a una mujer que hacía implantes de lolas con grasa de cordero, lo que ocasionó graves daños a una de sus "pacientes". El juzgado de Barranquilla, en el norte de Colombia, condenó a Maritza Gómez Álvarez, quien prometía a sus clientas "realzar y embellecer su busto".

Lina Garizao Henao es una colombiana que entre noviembre de 1998 y junio de 1999 conoció el tratamiento a base de grasa de cordero. Convencida en que quería realzar su busto se sometió al tratamiento de la supuesta especialista. Pasados unos días, la afectada comenzó a sufrir dolores fuertes y molestias en los senos y tras consultar a varios médicos, le extirparon las glándulas mamarias, por los daños ocasionados por la grasa de cordero, que empezaba a afectar su salud en general.

La decisión judicial, según las fuentes, se basó en las consideraciones de los dos especialistas que extirparon las glándulas mamarias de la mujer por las múltiples deformaciones que sufrió.

En Colombia son habituales los casos en los que varias mujeres se han sometido a implantes en los glúteos con inyecciones de aceite para cocinar o parafina, con graves consecuencias para su salud.