“Sugerir el uso de calcio y vitamina D en los afectados y recomendar densitometrías en los pacientes con mayor riesgo deben formar parte del día a día en la práctica clínica y podría reducir la incidencia de fracturas de cadera hasta en un 25%”, subraya un estudio perteneciente al Centro Kaiser Parmanente de Dowey, Estados Unidos.

Los autores, entre los que se encuentra Richard M. Dell, cirujano ortopédico del citado centro, creen que el primer paso para mejorar los resultados clínicos es una participación más activa de los especialistas en el manejo de la osteoporosis.

El trabajo es uno de los más amplios en el estudio de esta patología, ya que ha investigado a más de 650.000 personas afectadas, partiendo de datos correspondientes al registro que la red de centros Kaiser Permanente lleva sobre la enfermedad. Los datos sobre los que parte el estudio son preocupantes, ya que en la región estudiada sólo el 20 por ciento de los afectados de una fractura por fragilidad ósea reciben en la actualidad tratamiento.

Cinco años de aumento

Tras comparar los datos entre los años 2002 y 2007, los investigadores observaron que las cifras de cribado en torno a la densidad mineral ósea han aumentado un 267 por ciento a lo largo de estos cinco años. Mientras en 2002 sólo se realizaron algo más de 21.000 pruebas, en 2007 el número había aumentado hasta acercarse a las 80.000.


Las cifras de personas con tratamiento antiosteoporótico también han subido de forma significativa, y los autores observan una reducción de fracturas del 38 por ciento. Dell señala que la labor del cirujano ortopédico no es muy compleja en su objetivo de reducir la incidencia de problemas óseos: "Sugerir el uso de calcio y vitamina D en los afectados y recomendar densitometrías en los pacientes con mayor riesgo deben formar parte del día a día en la práctica clínica".

Fuente: Dmedicina