El falso contador que estafaba a clientes en su oficina de Castellanos al 500, a metros de la terminal de ómnibus, seguirá detenido por el plazo de 60 días.

Así lo dictaminó la jueza Mónica Lamperti este viernes al mediodía en los Tribunales Provinciales en una audiencia donde aceptó la imputación que pidió la fiscalía por el delito de estafa y simulación dolosa de pagos a API, esto último por un monto de tres millones de pesos.

Edgardo R. había sido detenido este jueves tras un allanamiento dispuesto por la fiscal Valeria Haurigot, de la Unidad de Investigación y Juicio del Ministerio Público de la Acusación, y autorizado por el juez Héctor Núñez Cartelle.

La estafa fue, según los casos comprobados, a más de 50 pequeños y medianos comerciantes, como granjas y quioscos de Rosario y zona. 

El fraude era doble: el falso contador está sospechado de haber cobrado a los clientes (a algunos desde 2012) y nunca abonar al fisco.

Sólo en pagos y sin interés, el monto supera los tres millones de pesos. Son unas 2 mil declaraciones juradas falsas presentadas.