Un grupo de profesionales de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), en el marco de investigaciones que persiguen desarrollar métodos alternativos de curación farmacológica en animales, dio a conocer la importancia y efectividad del ajo como antimicrobiano, antimicótico, antiparasitario y antiviral, así como también agente inhibidor de inflamaciones de la piel. Teniendo en cuenta el alto costo que registran los tratamientos con productos veterinarios comerciales, los investigadores aplicaron ajo en la curación de heridas en animales y obtuvieron óptimos resultados.
En el trabajo se puso en práctica la extracción del principio activo por maceración alcohólica, filtración y evaporación a “baño maría”, con la obtención de un líquido amarillo aceitoso. Se utilizaron 20 gramos de ajo triturado en mortero, se lo mezcló con 100 centímetros cúbicos de alcohol y se maceró durante ocho días. Luego se midieron sus propiedades y se develó que es inocuo para aplicar en la piel.
Una vez obtenido el extracto, se lo suministró durante 19 días a un felino afectado por una herida que le causó una infección importante, y tuvo una recuperación muy rápida. “Haber obtenido el extracto nos permite seguir trabajando para perfeccionar el conocimiento sobre las propiedades curativas del ajo en animales, y también observar más en detalle y en el tiempo si puede llegar a causar algún tipo de efecto secundario en los animales” señaló Carlos Javier Dubiel, autor del proyecto.
El tiempo de cicatrización de las heridas traumáticas o quirúrgicas se vio reducido en forma notable con el preparado de extracto de ajo y el costo de preparación resultó mucho menor que el de las preparaciones habitualmente usadas y recomendadas por los servicios de veterinaria. Se logró la puesta a punto de la técnica de extracción, la caracterización del extracto de ajo, la evaluación de los resultados de su aplicación, y resta hacer un seguimiento de sus efectos a largo plazo a través de más pruebas en animales.
El investigador explicó que la acción antimicrobiana del ajo se debe a la aliina, un derivado del aminoácido cistina que es una sustancia amarilla aceitosa, muy soluble en alcohol y responsable del olor característico del ajo. La intensidad del olor del ajo se vincula directamente con su poder como agente antimicrobiano, antimicótico, antiparasitario y antiviral e inhibidor de inflamaciones de la piel.
Este proyecto de extracto con ajo se enmarca en una línea de investigación relacionada con tratamiento de heridas en animales mediante la producción de medicamentos a base de extractos vegetales en el ámbito de la universidad. Así, se propone trabajar con pacientes caninos y felinos que concurren al Hospital de Clínicas de la Facultad y que se encuentren afectados por heridas traumáticas o quirúrgicas.
Fuente: Universidad Nacional del Nordeste
En el trabajo se puso en práctica la extracción del principio activo por maceración alcohólica, filtración y evaporación a “baño maría”, con la obtención de un líquido amarillo aceitoso. Se utilizaron 20 gramos de ajo triturado en mortero, se lo mezcló con 100 centímetros cúbicos de alcohol y se maceró durante ocho días. Luego se midieron sus propiedades y se develó que es inocuo para aplicar en la piel.
Una vez obtenido el extracto, se lo suministró durante 19 días a un felino afectado por una herida que le causó una infección importante, y tuvo una recuperación muy rápida. “Haber obtenido el extracto nos permite seguir trabajando para perfeccionar el conocimiento sobre las propiedades curativas del ajo en animales, y también observar más en detalle y en el tiempo si puede llegar a causar algún tipo de efecto secundario en los animales” señaló Carlos Javier Dubiel, autor del proyecto.
El tiempo de cicatrización de las heridas traumáticas o quirúrgicas se vio reducido en forma notable con el preparado de extracto de ajo y el costo de preparación resultó mucho menor que el de las preparaciones habitualmente usadas y recomendadas por los servicios de veterinaria. Se logró la puesta a punto de la técnica de extracción, la caracterización del extracto de ajo, la evaluación de los resultados de su aplicación, y resta hacer un seguimiento de sus efectos a largo plazo a través de más pruebas en animales.
El investigador explicó que la acción antimicrobiana del ajo se debe a la aliina, un derivado del aminoácido cistina que es una sustancia amarilla aceitosa, muy soluble en alcohol y responsable del olor característico del ajo. La intensidad del olor del ajo se vincula directamente con su poder como agente antimicrobiano, antimicótico, antiparasitario y antiviral e inhibidor de inflamaciones de la piel.
Este proyecto de extracto con ajo se enmarca en una línea de investigación relacionada con tratamiento de heridas en animales mediante la producción de medicamentos a base de extractos vegetales en el ámbito de la universidad. Así, se propone trabajar con pacientes caninos y felinos que concurren al Hospital de Clínicas de la Facultad y que se encuentren afectados por heridas traumáticas o quirúrgicas.
Fuente: Universidad Nacional del Nordeste