Apenas unas horas después de una audiencia a la que no asistió, por lo cual fue declarado en rebeldía, un joven de 29 años que tenía el beneficio de libertad condicional terminó preso tras cruzarse con el fiscal de la causa cerca de una estación de servicio del macrocentro. Se trata de Matías L., con una causa por robo simple por un hecho de diciembre de 2014.

La primera audiencia se hizo el viernes a la mañana. Como el acusado no asistió y su defensa indicó que intentó contactarlo pero no tuvo éxito, el fiscal Fernando Dalmau pidió ante el juez José Luis Suárez que fuera declarado en rebeldía y ordenara su captura. El magistrado hizo lugar al pedido del funcionario, que dirige una de las unidades de Investigación y Juicio del Ministerio Público de la Acusación. 

Ese mismo viernes, y apenas unas horas después, cerca de las 16.30, el propio fiscal Dalmau se cruzó con el acusado en la intersección de avenida Pellegrini y Sarmiento, cuando éste hacía malabares. En diálogo con en el programa A Diario (Radio 2), dijo que él sabía que el hombre realizaba esa actividad "por Pellegrini o en la esquina de Weelwright y Presidente Roca". 

"Llamé al 911 dos veces porque en un momento cambió de vestimenta. Fue cuando dejó de hacer malabares. Después paré a la Policía Motorizada, les indiqué lo sucedido y fueron ellos quienes lo detuvieron dentro del maxiquiosco de la estación de servicio", relató.

Consultado de cómo reconoció al delincuente, el fiscal explicó: "No tengo mucha gente con pedidos de captura (en su unidad fiscal), sólo cuatro. Al muchacho ya lo había visto en las audiencias. En este caso, vi a una persona que respondía a sus características físicas y llamé al 911".

Finalmente, el sábado se formalizó una audiencia en la que el juez Gustavo Pérez de Urrechu ordenó que Matías L. permanezca en sede policial hasta que intervenga un magistrado de Ejecución Penal.