Cada 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud organiza el Día Mundial sin Tabaco, una iniciativa destinada a recordar los grandes perjuicios que acarrea el tabaco para la sociedad (no sólo para los fumadores), uno de los problemas más graves de salud pública. La convocatoria tiene el propósito de fomentar un período de 24 horas de abstinencia de todas las formas de consumo de tabaco, alrededor del mundo.

Cada vez son más los municipios que declaran a los espacios públicos cerrados como áreas de no fumadores, procurando mejorar la calidad de vida de la población. La medida contribuyó a incrementar los espacios libres de humo; pero, según reconocen las autoridades, aún resta mucho por hacer.

La adicción al tabaco no sólo perjudica a los fumadores y a su entorno, sino que significa un enorme gasto para la salud pública, dadas las consecuencias nocivas que provoca en la salud de quienes la padecen.
Por eso, tanto los gobiernos como las ONGs hacen hincapié en la prevención como herramienta prioritaria, además del tratamiento de las enfermedades que causa el consumo de tabaco.

“Ése es el objetivo de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec) que cada año organiza sus cursos y charlas destinadas a provocar en la población la toma de conciencia de los efectos negativos de la adicción al tabaco y sus efectos”, dijo a Rosario3.com, el director médico de la entidad, Alejandro Colombo Berra.

“A pesar de que el cáncer de pulmón no tiene más preponderancia que otros (según las estadísticas el más frecuente es el de mama, en mujeres; el de próstata, en hombres; y el de cólon, en ambos) hay que destacar que sí es el que causa más mortalidad en los pacientes”, explicó el especialista y agregó que “en el 70 por ciento de los casos de cáncer de pulmón, los enfermos acuden tarde a la consulta, con lo cual las expectativas de sobrevida se reducen enormemente”.

“A las complicaciones propias del cáncer de pulmón deben sumarse las enfermedades subclínicas que no se ven, pero también necesitan atención. A esto también se dedica Lalcec que brinda tratamiento oncológico con radioterapia y quimioterapia y apunta cada vez más al tratamiento personalizado”, señaló el médico.

Cifras para no autoengañarse

Según las estadísticas, de la totalidad de los fumadores, entre 18 y 20 por ciento tiene posibilidades concretas de desarrollar cáncer de pulmón; sin embargo, los especialistas remarcan (por si hiciera falta) que fumar causa daño siempre, más allá de los números.

Colombo Berra destacó un dato para tener en cuenta: “de los pacientes que acuden al tratamiento por cáncer de pulmón, el 90 por ciento son fumadores”, afirma y explica que hay investigaciones que permiten conocer la posibilidad genética que tiene cada persona para desarrollar esa enfermedad.

“Hay una droga nueva que se utiliza en función de la mutación de un gen Alk-1, presente en las personas con predisposición a desarrollar cáncer de pulmón. A partir de esta comprobación, se observó que ese gen –que se encuentra en la membrana de la célula neoplásica– está alterado y puede bloquearse con un medicamento que se llama Crizotinib. En eso estamos trabajando, pero hay que insistir en la necesidad de que el hábito de fumar es nocivo para la salud, se tenga o no la predisposición para desarrollar cáncer”, destacó el especialista.

Dejar de fumar

Hay cientos de tratamientos que se difunden con la promesa de conducir a las personas a abandonar el cigarrillo; pero no hay uno solo que se erija como el más indicado para todos los fumadores.

“En cambio, sí hay un requisito fundamental para decirle adiós al tabaco y es el común denominador de todos los tratamientos existentes. Se trata de la firme voluntad del paciente de dejar de fumar –dice el médico– y esto no es posible si no se ha tomado conciencia (mediante el diálogo con un amigo, un familiar, un psicólogo o un médico) del daño que le está provocando a su vida”.

Desde Lalcec informan que de cada 10 pacientes que asisten a los cursos para dejar de fumar, 3 logran hacerlo, y destacan que a quienes más les cuesta abandonar el cigarrillo es a los denominados “fumadores pesados” que consumen más de 20 cigarrillos por día. “Recién después de las primeras 48 horas de abstinencia, el paciente está en condiciones de superar la compulsión al cigarrillo, el momento crucial para la toma de decisión”, insisten desde la institución.

Uno de cada cuatro santafesinos mayores de 18 años son fumadores

La Encuesta sobre Factores de Riesgo realizada por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) reveló que alrededor del 26% de los santafesinos mayores de 18 años son fumadores.

A su vez, las estadísticas provinciales indican que el 80% de las personas que fuman en la edad adulta se iniciaron en la adolescencia, antes de los 19 años.

Aún así, la da directora del Programa Anti Tabaco en la provincia, Beatriz Martinelli consideró que la ley provincial anti tabaco, ha colaborado sustancialmente en la disminución de fumadores activos y pasivos y agregó que “cuando en 2005, para la realización de esta encuesta, se le preguntaba a la gente ¿usted está expuesto en su hogar y/o lugar de trabajo a humo de tabaco?, el 50% de las personas decía que sí. Hoy sólo dice que sí el 35% de la gente. Esto siginifica una disminución sustancial que implica un cambio en la conducta, en la cultura, en el comportamiento social y en la calidad de vida de la gente”, remarcó la funcionaria.