La licenciada en Biotecnología de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), María Soledad Suárez, propuso un proyecto para transformar la pulpa contaminante del limón que generan las industrias citrícolas en alimentos nutritivos para animales.

La joven investigadora realizó el proyecto como trabajo final para obtener su título de grado de Licenciada en Biotecnología. El trabajo se denomina "Enriquecimiento de la pulpa de limón con proteína microbiana para alimento animal" y se realizó bajo la Dirección de María Cristina Rubio, en el Instituto de Biotecnología de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la UNT.

"Las citrícolas producen residuos o efluentes tantos líquidos como sólidos y semisólidos. Entre los semisólidos está la pulpa del limón. El objetivo de este trabajo es buscar la reutilización de ese residuo para disminuir la contaminación que provoca en el medio ambiente", detalla Suárez.

"Lo que hacen las citrícolas actualmente para disminuir la contaminación es deshidratar esa pulpa, que contiene un elevado porcentaje de materia orgánica, para comercializarla reemplazando un porcentaje de este por los cereales en la dieta de los rumiantes", continuó.

"Esa es una solución parcial, porque al ganado no se le puede dar pulpa deshidratada solamente. Además, la pulpa del limón tiene un bajo porcentaje de proteínas, de apenas el 8%, muy bajo para los animales", añadió la flamante profesional. "El proyecto apunta a incrementar el valor proteico de la pulpa del limón desde la biotecnología para producir un buen alimento para el ganado. Para ello se utilizan los microorganismos (hongos en este caso) que crecerán en la pulpa del limón y la enriquecerán a partir de un proceso, que elevaría el porcentaje proteico a un 26%", expresó.

"Aproximadamente el 90% del limón de la Argentina se produce y procesa en Tucumán, para la obtención de diferentes productos comerciales, como jugos concentrados, cáscara deshidratada y aceites esenciales. Como resultado de este procesamiento se generan aguas de lavado y un residuo semisólido, constituido por pulpa de limón, que se asocia con todos los componentes insolubles de la fruta cítrica, que se separan del jugo y presenta un elevado contenido de sustancias orgánicas, lo que representa un foco de contaminación importante", relató Suárez, de 27 años.

"Actualmente existe una enorme preocupación para evitar alteraciones en el medio ambiente, por ello aplicar políticas ambientales para disminuir los impactos negativos que causan los residuos industriales sobre la naturaleza, es un compromiso que debe afrontar el gobierno, las industrias, la sociedad en su conjunto y la Universidad con proyectos e investigaciones", explicó.

"Los residuos después que son generados necesitan seguir un destino adecuado para que no se acumulen fundamentalmente en el lugar donde se producen y además representan pérdidas de materias primas ya que contienen sustancias de alto valor agregado, especialmente la fuente de carbono. Por ello, existe un interés cada vez mayor en recuperar desechos agroindustriales, para convertirlos en productos comerciales o ser utilizados como materias primas en algún proceso productivo. Considero que todavía hay mucho por hacer", finalizó.

Fuente: Universidad Nacional de Tucumán