Sabemos que el ser humano no es una máquina, sino que existen factores que afectan al rendimiento y la concentración. Es importante que tengas en cuenta estos factores que propone el sitio formacionyestudios para comprenderte mejor a vos mismo.

1. Circunstancias personales

La vida de una persona no es una línea recta. Su entorno y sus circunstancias van cambiando de un periodo a otro. Y, sin duda, dependiendo de cómo sea el contexto presente que te envuelve, este puede ayudarte a mejorar tu concentración o, por el contrario, afectarte de un modo negativo. En situaciones de complejidad, dificultad y problemas que dan lugar a preocupaciones, las dificultades de atención aumentan.

2. Estado emocional

No solo el entorno exterior influye en la capacidad de concentración. El estado emocional también es un elemento a tener en cuenta en la capacidad de atención. Por ejemplo, cuando estás enamorado, tu nivel de atención se centra principalmente en esa persona especial en tu vida. Y por muy motivado que estés en tus estudios, es casi inevitable que notes los efectos de este estar en la nube de la emoción constante. Tu nivel de concentración también puede ser menor en una etapa de tristeza y amargura.

3. Excelencia del profesor

Conviene no dejar toda la responsabilidad de la motivación en los alumnos dado que los profesores tienen mucho peso en este sentido. Por ejemplo, un profesor que consigue motivar a los alumnos en el estudio de la materia, aumenta el nivel de interés de los estudiantes. Por el contrario, el peso de las clases aburridas, produce una pérdida de interés.

4. Dificultad de una materia

Cada estudiante es diferente. El grado de complejidad de cada materia también lo es. Cuando estudias una asignatura que te encanta, te mostrás más receptivo ante los libros. Por el contrario, todo es más difícil cuando estás ante el reto de comprender un tema de esa asignatura que es tu punto débil. En ese caso, el grado de concentración también se ve afectado por este nivel de dificultad en sí mismo. Sin embargo, podés buscar soluciones específicas, por ejemplo, contratar un profesor particular.

En relación con el punto anterior, la dificultad de una materia también está relacionada con la capacidad de ese profesor de hacer sencillo lo difícil. Esto es lo que diferencia a un gran profesor de aquel que no ha alcanzado este nivel de competencia excelente.

5. Aspectos pedagógicos

Es decir, el tipo de enseñanza también puede influir en el desempeño académico. A este respecto, conviene destacar la influencia positiva de un nuevo modelo de formación: el aula invertida. En este caso, la enseñanza no sigue los márgenes de la enseñanza tradicional sino que cambia los ritmos. El profesor facilita a los alumnos material de estudio para que lo trabajen antes de la próxima sesión de clase. De este modo, la clase se convierte en un espacio de trabajo, puesta en común, debate de ideas y experiencia práctica. Es un método de enseñanza que refuerza la actitud proactiva de los alumnos en la implicación del estudio.

6. Estilo de vida

Los hábitos que componen el estilo de vida también influyen en la capacidad de concentración. Por ejemplo, tu mente está más receptiva hacia el aprendizaje de nuevas ideas cuando descansan bien por la noche, y emprendes con optimismo un nuevo día a la mañana siguiente. Tener bajo control el estrés también es un requisito esencial para potenciar el nivel de concentración.