La colombofilia, como se conoce a la cría y adiestramiento de palomas para convertirlas en mensajeras, es una pasión para muchas personas en Argentina y en todo el mundo. Carlos Pagni, médico veterinario y secretario de Relaciones Interinstitucionales de la Facultad de Ciencias Veterinarias de Casilda, es un reconocido colombófilo de la región que aportó datos muy curiosos e interesantes de esta actividad, que en los últimos días se involucró en las páginas policiales por la supuesta utilización que hacía la banda Los Monos en la zona sur de la ciudad.

“Esto no es nuevo para el delito”, explicó Pagni en diálogo con el progrma A Diario, que conduce Alberto Lotuf en Radio 2. Y agregó que “la paloma mensajera se empezó a utilizar en Bélgica para fines comerciales” y “también fue importante en la resolución de la batalla de Waterloo, en los tiempos de Napoleón”.

El veterinario sorprendió al señalar que “la colombofilia en Argentina todavía depende de la Secretaría de Comunicaciones del Ejército”. Además contó que “se han usado con fines deportivos” y que “en 1983 llevaron información de las elecciones desde las islas del delta al centro de cómputos de Buenos Aires”.

“El otro día necesitaba unos comprimidos y no podía moverme de donde estaba, así que le pedí a un colega que me mande un blister con cuatro comprimidos con una paloma”, describió el veterinario casildense.

Pagni indicó que “el adiestramiento es muy sencillo, lo puede hacer hasta un niño de 6 años”. Narró que las palomas “se adiestran con el hambre y la sed, no hay que darles de comer por un día, hasta que por la noche se los introduce en una lata en la que se les da una ración. Así durante varios días, para que ellas sepan que cada vez que entran allí tiene agua y comida”.

El colmbófilo dijo que las aves “son capaces de llevar hasta el 10 por ciento de su propio peso”. Una paloma “pesa entre 300 y 400 gramos, así que pueden transportar 30 gramos tranquilamente”, manifestó.

Pagni añadió que “las palomas de resistencia pueden volar hasta 10 horas a 80 kilómetros por hora sin parar”.

El directivo de la Facultad de Veterinaria de Casilda reconoció que las palomas “hoy son plagas, sobre todo en zonas como la nuestra dedicadas al agro, pero las enfermedades que pueden transmitir son las mismas que transmiten todos los pájaros”.