El diputado provincial Raúl Lamberto (Partido Socialista) presentó un proyecto para prohibir la venta de alcohol en comercios que estén en las cercanías de las rutas, como en su momento –cuando él era concejal– se impidió la comercialización de bebidas etílicas en las estaciones de servicio. La iniciativa establece además la importancia de reforzar los controles de alcoholemia y crear un registro provincial de expendedores de bebidas alcohólicas.

Un proyecto similar, que buscaba regular la venta de bebidas alcohólicas en la ruta, entre otras faltas, pasó por la Legislatura hace dos años pero por falta de tratamiento perdió estado parlamentario.

Ese proyecto, que se proponía modificar el Código de Faltas de la Provincia de Santa Fe, ingresó a Diputados el 14 de octubre de 2004 y planteaba en su artículo 132: “La venta o suministro de bebidas alcohólicas a mayores de dieciocho años de edad, cualquiera sea la graduación alcohólica de aquellas, fuera de los lugares y horarios que determine la legislación vigente en el orden provincial, municipal o comunal, con las excepciones que en las mismas se prevé, será sancionada con arresto de hasta quince días o multa”.

Los fundamentos del proyecto explican que el texto buscaba regular “hechos y situaciones que hoy ponen en riesgo o peligro fundamentalmente la seguridad pública y la integridad o la salud de las personas, tratando de mejorar con ello su calidad de vida”. 

Lamberto propone ahora, además de la intensificación de los controles, buscar fórmulas para impedir el consumo de alcohol sobre las rutas y barajó directamente que se impida la venta de bebidas etílicas en estaciones de servicio y otros locales que están sobre las rutas. "En las estaciones de servicio de Rosario no se vende. Pero si uno viene de Santa Fe y para en la YPF de la autopista las cervezas están en la heladera al alcance de cualquiera", afirmó.

Y mencionó una experiencia personal en una estación de servicio en Estados Unidos. "Pregunté si vendían alcohol y me dijero que si lo hacían no conseguían nunca más la habilitación para funcionar", relató.
De todos modos, Lamberto admitió que la cuestión es compleja, ya que hay locales tradicionales por ejemplo en las afueras de Rosario que no son justamente restaurantes de camioneros sino de gente que sale a comer y no viaja después.