Era el duelo entre el último campeón y el joven candidato al título, que además contaba con una ventaja extra, la localía, con el apoyo de su público. El guión de la historia tenía dos protagonistas centrales: el español Alonso, en tierras del inglés Hamilton. Sin embargo, el finlandés Kimmi Raikkonen se robó el papel principal y festejó en el tradicional circuito de Silverstone.

El piloto finlandés, a bordo de Ferrari, se impuso en el Gran Premio de Inglaterra, la novena competencia de la temporada, tras cumplir 59 vueltas a la pista y así recorrer unos 302 kilómetros.

Raikkonen había arrancado en el segundo lugar, detrás del local Hamilton, quien había alimentado aún más la ilusión de su público cuando ayer se quedó con la “pole position” y así había ganado el derecho a largar en el primer lugar.

Pero el inglés no rindió según lo esperado y finalizó en el tercer lugar del podio, que tuvo a su compañero de equipo, el español Alonso, en el segundo escalón. Las especulaciones previas prometían un duelo cerrado entre las “Flechas de plata”, los McLaren de Alonso y Hamilton. La realidad fue muy distinta: Raikkonen y Ferrari se quedaron con la celebración en Inglaterra