Fue el peor escenario posible para los hinchas de Boca: con Ramón Díaz sentado en el banco de La Bombonera y con otro ex River, Gastón Fernández, como autor de uno de los goles, San Lorenzo se quedó con el clásico de la cuarta fecha del torneo Clausura, por 3-0, y dejó sin invicto al equipo que conduce Miguel Russo, que fue despedido con silbidos de su estadio.

El primer gol del encuentro fue convertido por Ezequiel Lavezzi, a los 20 minutos del primer tiempo. El delantero azulgrana se encontraba lesionado en el momento de anotar su tanto y debió ser reemplazado seis minutos después. A los 20 del segundo, Gastón Fernández amplió la diferencia y selló el triunfo.

Boca jugó con un hombre menos desde los 3 minutos En el segundo tiempo, fue expulsado Clemente Rodríguez, a los 3 minutos, por una agresión contra .

De esta forma, el equipo de Boedo se tomó revancha de la goleada que había sufrido en la primera rueda del campeonato argentino (había perdido como local por 7-1) y amplió su racha histórica sobre Boca, al que ahora aventaja por nueve partidos. Además, San Lorenzo se consolida como el conjunto que más veces ganó en La Bombonera.

El partido fue parejo y muy luchado en el mediocampo. Tanto fue así que los equipos, pese a contar con jugadores de buena técnica, avanzaron de manera poco prolija y apenas pudieron inquietar cerca del arco rival.

San Lorenzo buscó sorprender con la velocidad de Lavezzi, los avances por los costados de Hirsig y Rivero y el oportunismo de Silvera. La fórmula le dio resultados en los primeros minutos: a los 7, el Pocho Lavezzi desbordó por la izquierda y envió un centro, que Silvera conectó en palomita, por encima del travesaño.

Boca le disputó palmo a palmo el dominio de la pelota al Ciclón, pero tampoco pudo imponer su juego con claridad. Las fricciones en el medio fueron una constante y el conjunto de la Ribera apenas pudo desnivelar en contadas ocasiones, sobre todo cuando Dátolo pudo conectarse con Riquelme.

A los 10 minutos, Dátolo ingresó al área por el sector izquierdo y metió un centro cerrado que casi complica al arquero Orión, luego de una buena habilitación de Riquelme. Cinco minutos más tarde, el propio Román tuvo su chance, con un tiro libre que se estrelló en el travesaño. Y a los 19, Palermo probó con un derechazo que salió desviado.

Pero a los 20 minutos, el esquema táctico planteado por Ramón Díaz encontró sus frutos cuando nada hacía preverlo: el Burrito’ Rivero desbordó por la derecha y superó la marca de Clemente Rodríguez, envió un centro y Lavezzi –que se encontraba lesionado y debió ser reemplazado luego de esta jugada– saltó en una pierna y metió un cabezazo cruzado para poner a su equipo en ventaja por 1-0.

El equipo local quiso reaccionar y tuvo la situación más clara en los pies de Orteman, luego de un centro del juvenil Villafañe. La pelota cruzó todo el arco, junto a la línea de gol, pero nadie pudo empujarla.

Para el segundo tiempo, Russo dispuso el ingreso de Guillermo Barros Schelotto por el lateral Villafañe y dejó a su equipo con una defensa de tres jugadores. Pero la apuesta ofensiva del DT le salió mal, porque en apenas tres minutos de juego, fue expulsado el otro lateral, Clemente Rodríguez, por una infantil agresión sin pelota contra un rival.

La falta de reacción del entrenador para reacomodar las piezas de su equipo fue evidente. Cada avance de contragolpe por parte de los visitantes dio la sensación de que se convertiría en un nuevo gol. Sin embargo, los delanteros azulgranas desperdiciaron muchas ocasiones.

El suspenso se mantuvo apenas veinte minutos, hasta que Gastón Fernández definió sólo ante la salida de Caranta y amplió la ventaja. A partir de allí, fue un monólogo del Ciclón, que volvió a golpear a los 25, con una certera definición de Silvera, luego de un centro de Rivero desde la derecha.

Ante un Boca desconcertado, los goles del ‘Ciclón’ pudieron seguir. La más clara volvió a quedar en los pies del Cuqui Silvera, a los 28 minutos, cuando estrelló un remate en el travesaño. A los 39 y a los 42, el juvenil Alvarado estuvo cerca de volver a gritar, pero en una definió mal y en la otra se lució el arquero Caranta.

Nada le salió bien a Boca. Ni a su presidente, Mauricio Macri, quien ahora deberá pagar los 10 mil pesos que había apostado contra el entrenador del Ciclón. Como la semana pasada en este mismo escenario, cuando le ganó a Belgrano de Córdoba (2-1), Ramón volvió a gozar y a festejar, nada menos que en La Bombonera.