Muchos se muestran duros en los momentos difíciles, aunque por dentro tal vez estén destruidos. Esto es un error, ya que las lágrimas son la válvula de escape del cuerpo y representan una forma de purgar las emociones reprimidas para que no se alojen en el interior como síntomas de estrés, tristeza, dolor, ansiedad y frustración.

Claro que no es recomendado llorar siempre y en todo lugar. El sitio Mejor con Salud contó por qué es importante hacerlo en determinadas circunstancias y ámbitos:

Ayuda a conectar con los demás: si necesitás llorar y te sentís lo suficientemente cómodo con quien estás en ese momento para hacerlo, simplemente dejá que fluya. Sin lugar a dudas, las amistades importantes, tu pareja o familiares apreciarán tus lágrimas sinceras.

Liberar tensiones: los sentimientos no podés esconderlos eternamente porque es perjudicial para tu salud mental. Si bien llorar no resolverá tus problemas de inmediato, te ayudará a ver las cosas de otra manera e incluso a encontrar la solución en los momentos difíciles.

Lidiar con el estrés: las emociones no siempre son lógicas. Dejar que la emoción se apodere de vos, ya sea mediante el llanto o de otra manera, puede ayudarte a encontrar la razón que esconden tus lágrimas.

Mejora el estado de ánimo: alivia de inmediato el dolor resultante de las emociones reprimidas. De hecho, en la mayoría de ocasiones las personas se sienten mejor tras soltar unas lágrimas.

Permite cambiar la perspectiva: es posible que cuando llorás seas más consciente de tus debilidades. Esto permite enfrentarte a los problemas, además de encontrar una perspectiva diferente y más apropiada para hacer frente a las situaciones difíciles.

Es saludable: llorar no significa solamente expulsar tus emociones. Es un mecanismo de expresión que reduce la ansiedad y la depresión. También libera hormonas de bienestar que combaten el cansancio, la irritabilidad y la depresión.