Pocas horas después de ser colocada, ya fue dañada la placa que señaliza a la escuela Magnasco como Sitio de la Memoria del Terrorismo de Estado, por haber funcionado allí un centro clandestino de detención durante la última dictadura.

Desde el gobierno provincial apuntaron a “quienes todavía rechazan que la memoria y la Justicia sean una política de Estado y apelan precisamente a la desmemoria y la impunidad”, según expresó el subsecretario de Derechos Humanos, Ramón Verón.

“Por más daños que quieran hacer, ya la sociedad condenó el terrorismo de Estado y celebra las políticas de juicio y castigo a los represores y la recuperación de los sitios de muerte para convertirlos y darles una significación de vida”, señaló el funcionario, en un comunicado acompañado de las imágenes del vandalismo.

Las fotos muestran rotos el acrílico y el marco de la placa que fue colocada el pasado viernes en la escuela técnica Nº 288 “Osvaldo Magnasco”, ubicada en Ovidio Lagos 1502 (esquina Zeballos), Rosario.

En ese edificio estuvieron secuestrados hombres y mujeres a principios de 1978 y según consta en archivos oficiales, se utilizó la planta alta de la escuela para salas de tortura y lugares de detención.

Actualmente, el establecimiento funciona como establecimiento educativo y “ahora sus alumnos y toda la sociedad puede conocer más de lo que pasó allí, donde compañeros fueron detenidos, secuestrados y torturados en nombre de una guerra que nunca existió y que en realidad era el mascarón de proa de un proyecto elitista que renegaba de las mayorías”, dijo Verón.

“La escuela Magnasco funcionó en el verano de 1978 y por los relatos de Jaime Dri (sobreviviente) en los juicios pudimos conocer que compañeros fueron trasladados de la Quinta de Funes a la  Magnasco”, recordó.

Y agregó: “Está totalmente demostrado que allí funcionó un centro clandestino de detención y por eso es muy importante su señalización para que toda la comunidad sepa que pasó en ese lugar”.

Además, destacó que “hoy tenemos todo un circuito de señalizaciones de estos centros en Rosario y zona (ex Fábrica Militar, Batallón 121, Escuela Magnasco, Servicio de Informaciones de Dorrego y San Lorenzo, Quinta de Funes) y pese al horror de saber que esos fueron lugares de muerte, hoy como ciudadanos tenemos la obligación de conocer esa parte de la historia para impedir que nunca más se repita”.