Si la unión hace la fuerza, la adhesión de los comerciantes al piquete instaurado ya hace más de una semana por la Corriente Clasista y Combativa deberá dar resultados inmediatos. Es que, sorpresivamente y casi de manera insólita, los propietarios de los negocios que se vieron afectados en sus ventas por la permanencia de la medida de fuerza se sumaron al corte de tránsito que impide el paso de vehículos a la altura de Mendoza y Sarmiento.

Según adelantó el periodista Pablo Procopio de Radio 2, ante la falta de respuestas de parte de la justicia y de las autoridades nacionales a los reclamos sociales de los vecinos de las zonas vulenerables de Rosario, los comerciantes se instalaron, codo a codo con los manifestantes, en la calle para promover su protesta y la de la CCC.

Los ánimos en Mendoza al 900 se calientan al ritmo de la temperatura que aumenta. No sólo están impacientes los integrantes y representados por la CCC quienes todavía no consiguieron que ninguna autoridad de la Gerencia de Empleo dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación los reciba sino que también lo están los comerciantes de la zona que no toleran más el “parate” de las ventas que produjo el piquete y se resienten ante la paralización del sistema judicial al cual recurrieron para resolver el problema.

Es que luego de que la fiscal Rita Schiappa Pietra pidiera que se instruya un sumario contra los manifestantes en base al artículo del Código Penal que pena el entorpecimiento de los transportes o los servicios públicos de comunicación, el juez Juan José Alarcón se declaró incompetente para intervenir porque el acampe empezó cuando estaba de turno. Y no quedó allí, Georgina Depetris, también magistrada del fuero correccional recibió la denuncia pero la envió al juzgado de Faltas número 2, a cargo de Liliana Puccio, que intervino por la presunta infracción al artículo 66 del Código de Faltas que pena la obstrucción maliciosa del tránsito. Ahora, todo quedó en sus manos, pero, por ahora, no hay novedades en el frente.

A respecto, Federico, un comerciante de la cuadra en la que está instalado el piquete manifestó, en contacto con el móvil de Radio 2: “La única respuesta la tuvimos de parte de la gente que reclama que decidió acortar las horas del corte. Nadie nos quiere recibir y los jueces se declaran incompetentes”, dijo.

“La situación es muy grave. Hay propietarios que ya les dieron vacaciones a los empleados porque no les pueden pagar. Acá hay negocios chicos que no pueden sostener las pérdidas de venta”, describió un panorama que parece oscurecerse con el correr de las horas.