La enterocolitis, más conocida como diarrea, se da especialmente cuando comienzan las altas temperaturas. Entre las principales causas está ingerir agua contaminada, alimentos mal lavados, infectados o comer con las manos sucias. Los especialistas proponen el tratamiento de los síntomas mediante la ingestión de probióticos.

La diarrea puede ocasionar una deshidratación severa que, si no se cura a tiempo, puede ser mortal, especialmente en los niños menores de cinco años. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diarrea causa el deceso de casi dos millones de niños pequeños. En vísperas del verano hay que prestar especial atención a la aparición de estos cuadros, ya que el calor trae consigo este tipo de dolencias, especialmente agudas, tanto en adultos como en chicos.

Es en la época del año que transitamos ahora que los especialistas hacen especial hincapié en las recomendaciones para minimizar las posibilidades de contraer una infección de este tipo. En ese sentido, se llevó a cabo una charla sobre este tema, que tuvo lugar en el hotel Meliá Buenos Aires, y en la que disertaron dos médicos gastroenterólogos. Además de impartir las medidas de prevención necesarias, también recomendaron el consumo de probióticos como tratamiento contra los síntomas.

“Fundamentalmente, la diarrea estival se debe a las altas temperaturas que hacen progresar la carga viral, y a la transmisión en lugares públicos con alta concentración de personas, alteración de la cadena de frío de los alimentos y fallas en la conservación”, señaló la doctora Cristina Grant, médica especialista en gastroenterología infantil del hospital Ciudad de Boulogne de la provincia de Buenos Aires, y continuó: “Los productos lácteos, helados y jugos mal refrigerados son los principales causantes”.

Por su parte, el otro especialista disertante, el doctor José Tawil, médico gastroenterólogo de Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutica (Gedyt), expresó que “en el adulto, la causa más frecuente de diarreas agudas son las infecciones, particularmente virales, así como bacterianas, estas últimas más habituales en los viajeros”. “Las diarreas agudas suelen ser más comunes en el verano particularmente por el uso de natatorios y debido a intoxicaciones con alimentos contaminados”.

Entre las medidas básicas de prevención, los especialistas mencionaron, en primer lugar, la higiene: lavarse las manos con frecuencia, en especial antes de comer, lavar bien las frutas y verduras, y refrigerar correctamente los alimentos, sin cortar la cadena de frío. En las colonias de vacaciones estos hábitos deben potenciarse aún más, y evitar el uso común de vasos y cubiertos.

La diarrea se caracteriza por la presencia de heces acuosas, sueltas y frecuentes; se considera crónica cuando el cuadro persiste durante más de cuatro semanas. Si bien en adultos generalmente es leve y sin complicaciones mayores, en bebés, niños (especialmente menores de tres años) y personas inmunodeprimidas puede causar deshidratación muy rápidamente.

El tratamiento de la diarrea viral incluye medidas para mejorar los síntomas, tales como restricción de la dieta y reposición de líquidos. En este sentido, tanto Tawil como Grant resaltaron como la forma “más segura” para detener el cuadro la administración de un medicamento basado en un probiótico llamado Saccharomyces boulardii.

“Es útil para el tratamiento de diarreas agudas virales, así como para prevenir las diarreas del viajero”, recomendó el Dr. Tawil, que también es miembro de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE).

La “diarrea del viajero”, dada por cierto tipo de bacterias y más frecuentemente en países subdesarrollados, suele presentarse al ingerir alimentos o agua contaminados en lugares turísticos.

De acuerdo a la explicación de los médicos, los probióticos son microorganismos que causan una influencia positiva en la salud de quienes los ingieren. Específicamente, el Saccharomyces boulardii es una levadura que restablece el equilibrio del ecosistema intestinal, restaurando la función fisiológica de la mucosa y estimulando las defensas inmunológicas.

Los expertos enfatizaron el tratamiento con algunos antibióticos como otra causa de diarreas. Según el doctor Tawil, “el antibiótico ataca la flora intestinal, rompiendo su equilibrio e incrementando la inflamación intestinal, mientras que el probiótico evita dicho desequilibrio y, por lo tanto, previene la diarrea”.

Por su parte, la doctora Grant señaló que el probiótico “también se puede utilizar en niños, además de las medidas de sostén como manejo de la fiebre, dieta (en especial si se acompaña de vómitos) y cuidados para mantener el balance intestinal”. En el caso de los chicos, la médica aconsejó “siempre consultar al especialista, porque en un niño dos vómitos y dos deposiciones líquidas pueden causar deshidratación”.

Fuente: Diario Hoy