Un grupo de viajeros chinos finalizó un periplo de 10 días por las montañas del suroeste del país en el que siguieron los pasos que hace 140 años dio el sacerdote francés Jean Pierre Armand David, primer occidental que vio un oso panda en 1869.

La agencia oficial Xinhua relató que los viajeros procedían de 15 divisiones administrativas chinas y partieron de la capital provincial, Chengdu, el 15 de agosto, siendo su destino la reserva natural de pandas de Bifenxiang, a 350 kilómetros.

Como David en el siglo XIX, los viajeros pudieron ver un oso panda, aunque las circunstancias fueron muy distintas: el sacerdote francés encontró un ejemplar muerto, abatido por cazadores, mientras que el grupo en esta ocasión vio a uno sometido al control de los cuidadores de la reserva y bautizado como "Ling Ling".

La expedición manifestó su deseo de que el viaje sirva para concienciar a los chinos sobre la necesidad de aumentar la protección de los pandas, todo un símbolo nacional que se encuentra en peligro de extinción.

Una de las viajeras del grupo, la pequinesa Liu Wanying, tuvo que abandonar temporalmente la expedición al ser atacada por un enjambre de abejas salvajes y tener que ser hospitalizada.

El sacerdote Jean Pierre Armand David, del Pirineo francés, fue un apasionado naturalista que estudió la fauna y flora del país asiático, hasta entonces casi desconocida.

David, quien también desarrolló labores evangélicas en China, dio a conocer el oso panda y su curioso pelaje en Occidente.

Aunque en China el animal ya había sido mencionado en libros y leyendas milenios antes, tampoco era excesivamente conocido, dado su carácter huidizo y su hábitat en zonas montañosas remotas, y muestra de ello es que ninguna obra de arte tradicional chino retrata al famoso plantígrado.

Se calcula que actualmente viven en China unos 1.600 pandas en libertad, amenazados por la pérdida de su hábitat (los bosques de bambú del oeste chino), la caza furtiva y la endogamia. EFE