Con una docena de años siendo marinera y luego contramaestre, Julia Ruiz Moreno ha recopilado momentos especiales y elige para Rosario3.com algunos, los más cercanos a su corazón.

“Un compañero mío, muy amigo mío, muy bonito, se agarró el brazo con unas prensas y se le trabó el brazo sin querer. Estábamos todos mirando, lo sacamos, no se desmayó, re fuerte era. Y la enfermera lo atendió pero para llevarlo a puerto tardamos un día y medio. Y en el sur lo operaron, y a los 3 días lo mandaron a la casa, pero creo que no va a poder trabajar más”, rememora. Otro de los recuerdos tristes tiene que ver con la desaparición de un marinero correntino, quien se cayó al agua y jamás lo encontraron.

Sin embargo, el suceso que nunca olvidará se tiñe de tono algo más liviano y tiene como protagonista a un capitán marplatense que con un método bastante ortodoxo la ayudó a adaptarse al mar. “Yo había subido al barco y trabajaba y vomitaba y el contramaestre le decía al capitán que yo quería seguir. Entonces me llamó y me dijo de todo. Mientras, molía café, fumaba y yo casi vomito de nuevo. Me dijo «Vos estás acá que es un mundo hostil, que no conocés». No sé, me dijo de todo. Pero cuando salí de ahí yo no tenía más náuseas. Me hizo la psicológica”, cuenta Julia riéndose. “Después, cuando yo me embarqué en este barco que estoy ahora, pregunté cómo sabían mis datos y me dijo que se lo había dado Echegaray, que es este capitán. Fijate como todo da vuelta”.