Durante un encuentro científico llevado a cabo recientemente con destacados neurólogos referentes de nuestro país, se tocó un tema clave: la prescripción de medicamentos biológicos.

Éstos son moléculas extremadamente elaboradas y desarrolladas para atacar targets específicos en diferentes enfermedades, que en los últimos años crecieron notablemente debido a que, en algunos casos, representan la única solución, mientras que en muchos otros son sin dudas la más exitosa.

Sin embargo, debido al proceso -único- de elaboración que permite desarrollarlas, denominado biotecnología, antes de realizar la prescripción es preciso que cada profesional tenga un actualizado y acabado conocimiento acerca de los antecedentes, la composición, estos procesos de elaboración y los requerimientos normativos de los medicamentos biológicos; para poder recetarle a sus pacientes la mejor opción disponible para su patología, en cumplimiento del derecho que toda persona tiene.

El deber de actualización científica permanente tiene que ver con la obligación de avalar la seguridad, eficacia y seguridad de los biomedicamentos que se prescriben.

El doctor Ignacio Maglio, abogado diplomado en Salud Pública, jefe de la sección Riesgo Médico-Legal del Hospital Muñiz y coordinador del Área de Promoción de Derechos de la Fundación Huésped señaló “la necesidad de hacer foco en la importancia de que los médicos conozcan los medicamentos biológicos y por ende prescriban correctamente”.

"El acto de prescripción es un deber médico insustituible, un rol del especialista muy importante y muy complejo, aunque muchas veces descuidado y en ocasiones delegado en la secretaria del consultorio. Esto provoca que al prescribir medicamentos ocurran errores graves, lo que no sólo representa un problema serio de salud pública a nivel mundial, sino que además en el caso de los medicamentos biológicos puede generar un desenlace fatal", agregó Maglio.

Esto ocurre porque los biomedicamentos, o biofármacos, son consecuencia de la biotecnología, una disciplina reciente pero que tiene un impacto fenomenal en todos los procesos vinculados al entendimiento de la enfermedad, conocer sus mecanismos, aislar las proteínas que participan y diseñar terapias específicas para bloquear esos mecanismos.

"La característica más importante que distingue a los medicamentos biológicos de aquellos tradicionales de síntesis química tiene que ver con el grado de complejidad de los procesos de producción, y a partir de allí se desencadena toda una serie de diferencias", refirió por su parte Pablo Matar, doctor en Bioquímica, investigador adjunto del CONICET y docente de Genética y Oncología de la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Nacional de Rosario.

Además, el medicamento biológico tiene un peso molecular mucho mayor y una estructura molecular mucho más compleja que una droga de síntesis química. Por otro lado, los biofármacos son producidos con células vivas, que pueden ser bacterias, hongos, levaduras, células de mamíferos, otros animales vivos o plantas.

Fuente: Pro Salud News