Se trata del cementerio privado Las Colinas del Recuerdo –situado en la ciudad de Victoria, provincia de Entre Ríos– que de la mano de una sociedad anónima llegó a la ciudad de Victoria en los 90, para ofrecer una alternativa no tradicional hasta entonces: la tenencia de parcelas para depositar los restos de los seres queridos.

Sin embargo, lo que en principio parecía ser una inversión atractiva, con el tiempo empezó a ser económicamente sustentable, y los empresarios abandonaron las empresas y la ciudad.

Dos años atrás, un grupo de empleados pidieron ante la Justicia la posibilidad de continuar con el emprendimiento, y pagar de ese modo las deudas laborales. Sin embargo, la iniciativa de conformar una cooperativa de trabajo se frustró a causa de la pretensión de otros empleados de cobrar sus deudas a la brevedad, quienes solicitaron el embargo y posterior remate judicial.

Lo que asombra es el texto que publica la Justicia, donde se detalla expresamente que “los inmuebles a subastar se encuentran afectados al funcionamiento de un cementerio privado y que en los mimos existen numerosos cadáveres sepultados”.

El martillero Francisco Bruno, designado por el juzgado para realizar el remate señaló que es la primera vez, en su vida profesional que debe proceder a rematar un cementerio.

En cuando al destino que tendrán los cadáveres allí enterrados, Bruno dijo que se ocupó de que todos los interesados en continuar con la actividad, se enteraran del remate, a fin de que la gente del ramo tome la iniciativa de continuar con la actividad del cementerio.

Hasta el momento, ningún deudo pidió sacar los restos de sus familiares fallecidos, a la expectativa de que sólo se trate de un cambio de firma.

“El cementerio continúa funcionando y se subasta hasta con la capilla”, precisó el martillero. El predio que se rematará el próximo 31 de agosto, está ubicado en la zona de quintas, muy cercano a la Sociedad Rural de Victoria, y fue dividido en cuatro lotes, por un valor de un poco más de 70 mil pesos en total.