Con síntomas de deshidratación, el chileno Felipe Bravo, de 31 años de edad, fue encontrado hoy en una zona alta de la Isla Santa Cruz, en el corazón del archipiélago de Galápagos, tras haber estado perdido por cinco días.

Una fuente del Parque Nacional Galápagos (PNG) indicó que Bravo fue encontrado por una patrulla de rescate a eso de las ocho de la mañana (13.00 GMT), cerca del Cerro Croker (el más alto de la isla), con síntomas de deshidratación y débil.

Un helicóptero del PNG fue al sitio del recate para trasladar al excursionista chileno hasta una casa de salud de la ciudad de Puerto Ayora, la capital de la isla y la más poblada del archipiélago.

Según los primeros informes, Bravo fue encontrado en una zona de transición entre la parte alta y la coste isleña, una zona agreste de difícil acceso.

Dos guardias del PNG (guardaparques), un policía y un bombero formaron parte de la patrulla que localizó a Bravo, que al momento de su localización se encontraba bajo la sombra de "matazarno y muyuyo", arbustos de la zona.

El chileno se encontraba de pie, por lo que los rescatistas le pidieron que se recostara debido a que visiblemente se encontraba débil y deshidratado.

El guardaparque Milton Calva, integrante del grupo que lo divisó, contó que al encontrarlo de pie, lo abrazó para sostenerlo y lo recostó sobre una camilla improvisada con las camisas de los rescatistas.

El chileno contó que la tarde anterior había escuchado los gritos de los equipos de búsqueda, por lo que decidió quedarse en un solo lugar y regresar sobre sus pisadas.

Felipe Bravo comentó que cortó hojas de cactus que luego machacó y extrajo su jugo con un sorbete improvisado de un bolígrafo para llenar una botella plástica grande, que le sirvió como fuente de hidratación.

Según otro guardaparque, Roberto Jiménez, el joven chileno había escrito su experiencia en varias hojas.

Tras llegar a Puerto Ayora en el helicóptero que le evacuó del sitio del hallazgo, su madre, María Rodríguez, que le esperaba junto a varias autoridades de las islas, rompió en llanto y agradeció por el rescate, pues dijo que también le pasó por su mente un eventual desenlace fatal, aunque nunca perdió la fe.

"La sonrisa volvió a mi cara, estoy inmensamente feliz y agradecida por todo esto", expresó Rodríguez.

También la ministra de Ambiente, Marcela Aguiñaga, que ha seguido de cerca el proceso de rescate, agradeció a través de su cuenta de twitter "a todas las personas que colaboraron con la búsqueda de Felipe".

Más de 65 personas, un helicóptero, perros rastreadores y dos embarcaciones formaron parte de la operación de búsqueda del excursionista chileno, que desapareció al mediodía del pasado lunes, cuando había sido visto en el sector de Bellavista, que lleva a la zona más alta de la isla.

En los primeros días de la búsqueda, que inició el martes pasado, se encontraron un billete de avión y el ipod del turista, lo que indicaba que se encontraba en esa zona.

Los coordinadores de la búsqueda presumían que el joven chileno se encontraba en los alrededores de la parte alta de Santa Cruz, entre 450 y 800 metros sobre el nivel del mar, un área húmeda en la que podía sobrevivir, pues se podía alimentar de frutas tropicales como guayaba y maracuyá, cuyos árboles están en época de producción.

La Isla Santa Cruz se encuentra en el centro del archipiélago de Galápagos, tiene una superficie de 986 kilómetros cuadrados y su punto más alto es el Cerro Croker de 864 metros de altura.

El archipiélago, que es el destino turístico más importante del país, se ubica a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y debe su nombre a las tortugas gigantes que habitan sus islas.

Fuente: EFE