El gobierno provincial planea una reestructuración en las fuerzas de seguridad que tiene que ver con los policías en la calle. Por los perfiles de “policiamiento” –es decir, las formas de prevención y acción ante el delito– y las necesidades de cada barrio, unos 200 Policías Comunitarios serán reubicados dentro de la fuerza con otras tareas. En Rosario hay actualmente 570 Comunitarios, y quedarán, con la reestructuración, 370.

“El vecino no debería percibir ningún vacío”, advirtió el secretario de Investigación Criminal, Rolando Galfrascoli en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2. El funcionario aclaró que esos 200 agentes menos que tendrá la Comunitaria, comenzarán a prestar servicio en otras divisiones según su perfil y lo que el territorio necesite pero que eso no significa menos policías en la calle. “Quizás haya más caminantes y menos patrulleros, o al revés”, ilustró.

Galfrascoli explicó que el perfil del policía Comunitario, difiere del tradicional por la cercanía con las personas en conflicto. El uso legítimo de la fuerza física –explicó– es el último recurso. “Para ser policía comunitario te tiene que gustar la intermediación social, la proximidad”, añadió e insistió –ante la preocupación de algunos vecinos– que el cambio no quitará policías de la calle.

La creación de la Policía Comunitaria forma parte de las “Bases para una Seguridad Democrática” anunciada en noviembre de 2012, y puesta en marcha a través de la sanción de la Ley Nº 13.297 de Emergencia en Materia de Seguridad. Actualmente prestan servicio en Rosario, Santa Fe y Santo Tomé. 

Los agentes comunitarios trabajan en parejas, a pie y en cuadras asignadas en forma específica donde entregan a los vecinos una tarjeta de identificación personal con todos los datos de contacto. También cuentan con un teléfono celular y en ese número el vecino pueden convocarlos. Además, los residentes en la zona pueden enviarle correos electrónicos a la casilla correspondiente.

Los vecinos pueden asimismo realizar denuncias en su propio domicilio ya que los agentes llevan consigo, como parte de su equipamiento, formularios de denuncias.