El aislamiento social hace que el cerebro adulto produzca menor cantidad de una lipoproteína llamada mielina, lo que a su vez ocasiona trastornos emocionales y de comportamiento, ha revelado una investigación realizada con ratones.

El estudio demostró asimismo que estos cambios cerebrales pueden revertirse gracias a la reintegración social, lo que abre una nueva vía de tratamiento para trastornos relacionados con la pérdida de mielina, como la esclerosis múltiple

Según publica la Universidad de Búfalo a través de Newswise, esta investigación arroja nueva luz sobre la plasticidad cerebral, que es la capacidad del cerebro para adaptarse a los cambios del entorno.

Gracias a esta plasticidad, que emerge de la propia naturaleza y funcionamiento de las neuronas cuando interactuamos con los estímulos del medio, construimos tanto nuestra cosmovisión, como nuestras nuevas percepciones.

La mielina, por su parte, es una lipoproteína que rodea a los axones (o prolongaciones de las neuronas), responsable de acelerar la conducción de los impulsos nerviosos. Sin ella, estos impulsos no fluyen de manera eficiente.

Los resultados de este estudio, publicados online por la revista Nature Neuroscience, han revelado que las neuronas no son las únicas estructuras cerebrales subyacentes a los cambios en las respuestas de los individuos al entorno y la experiencia: ciertas modificaciones en la llamada “materia blanca” (parte del sistema nervioso central compuesta por fibras nerviosas mielinizadas) también influirían en este proceso.

En estudios previos ya se habían asociado ciertos trastornos psiquiátricos, como la depresión, con las alteraciones en la producción de mielina. Además, cambios en la producción de mielina habían sido detectados en animales muy jóvenes o en adolescentes, como respuesta a modificaciones ambientales.

En la presente investigación, dirigida por Karen Dietz, investigadora del Departamento de farmacología de la Escuela Médica de la UB, “se ha revelado por vez primera el papel de la mielina en ciertos trastornos psiquiátricos en el caso de los adultos”, señala la científico.

El estudio, según ella, además “ha demostrado que la plasticidad cerebral no está restringida a las neuronas, sino que ocurre activamente también en células gliales (células que, junto con las neuronas, componen el sistema nervioso), como los oligodendrocitos productores de mielina”.

Fuente: Tendencias 21