La Cámara de Casación revocó este martes las condenas impuestas a dos ex jefes penitenciarios por recibir dinero para dejar que presos salieran de la cárcel a robar, investigación abierta tras el asalto al restaurante Dolli del barrio porteño de Palermo, en el que fue asesinado un policía federal.

La decisión de la sala I del máximo tribunal penal del país, a la que accedió Télam, benefició al ex jefe de la división Seguridad Interna de la cárcel de Caseros, Omar Alfredo Romero, y al de la Sección Requisas de ese penal, Pedro Norberto Ensina. 

Este martes, el Tribunal Oral en lo Criminal 5 absolvió a nueve penitenciarios y sólo condenó a cinco años de prisión por cohecho a Romero y a cuatro años y medio a Ensina. Pero los camaristas de Casación Liliana Catucci, Raúl Madueño y Alfredo Bisordi revocaron ahora esta decisión y absolvieron también a los dos ex jefes penitenciarios. 

Los jueces entendieron que no se probó en el juicio el pago de dinero u otros bienes por parte de presos que habrían salido ilegalmente de Caseros para robar. 

A raíz de esta decisión, quedó en fojas cero la causa judicial investigada por el juez en lo criminal Alberto Baños y que derivó en un escándalo cuando se conocieron las denuncias sobre penitenciarios que habrían dejado salir presos para robar. 

"Ninguna precisión o certeza positiva ha podido obtenerse a partir de la prueba recibida en el debate", consideró el camarista Bisordi en un voto acompañado por sus colegas, en el que resolvieron otorgarle a los condenados el "beneficio de la duda". 

La causa judicial investigó la salida de presos a robar entre el 17 y el 18 de julio de 1998, dos días en los que hubo tres atracos, uno de ellos al restaurante Dolli de Palermo, donde murió baleado el cabo de la Policía Federal Rubén Juarez. 

Por este crimen fue condenado en 2002 el ex agente del Servicio Penitenciario Cristian Franco, quien estuvo en ese atraco acompañando a presos que lo realizaron. Además se cometió un robo con armas a una casa de familia en el barrio porteño de Devoto, un hecho por el que fue condenado Alejandro Hebert Nuñez, un recluso que se convirtió en activo denunciante de los guardiacárceles. 

Los ex jefes penitenciarios fueron condenados en base a los dichos de Hebert Nuñez, pero ahora Casación no le dio credibilidad a este preso, aseguró que "dio distintas versiones" y actuó movido por intereses personales, como quedar desvinculado del "caso Dolli" que le hubiese valido una condena por homicidio. 

Hebert Nuñez dijo haber salido del penal de Caseros en esos días y haber robado la casa particular de Devoto, pero negó haber estado en el restaurante donde se asesinó al policía. Los camaristas no consideraron probado que el preso haya estado en el robo del barrio de Devoto y además pusieron en duda su salida ilegal del penal. 

Además, recordaron que Nuñez primero negó el robo pero "cambió su postura" tras el homicidio en la cárcel de Maximiliano Noguera, cometido en enero de 2000, un preso que podría haber desmentido sus dichos, remarcaron.