River dio la muestra de carácter que desde hace mucho tiempo se le reclama y este domingo logró dar vuelta un partido que perdía casi desde los vestuarios. En el monumental, el Millonario arrancó perdiendo ante Atlético de Tucumán pero se sobrepuso y en una ráfaga lo ganó 3-1.

El equipo dirigido por Leonardo Astrada comenzó perdiendo a los dos minutos del primer tiempo, con un gol de Emanuel Gigliotti, pero los de Leonardo Astrada reaccionaron con tantos de Marcelo Gallardo, Diego Buonanotte y Daniel Villalva.

Las flaquezas defensivas en River son una constante desde que comenzó el campeonato, primero con Néstor Gorosito y ahora con Astrada, y de esa manera pagó la distracción en la primera situación a favor de Atlético Tucumán.

Gigliotti se transformó en la figura del equipo visitante ante la inseguridad de los centrales millonarios y además del gol tuvo otras chances de gol.

Astrada dispuso dos modificaciones con la idea de cambiar la imagen en el inicio del complemento: sacó a Lucas Orban y Nicolás Domingo e ingresaron Martín Galmarini y el juvenil Roberto Pereyra.

River volvió mejor del vestuario, presionando en campo rival, y tuvo su premio que terminó justificando con un planteo ofensivo.

A los 25’, Galmarini le bajó la pelota de cabeza en la puerta del área a Gallardo, que no esperó que baje la pelota y clavó un derechazo al lado del palo de Ischuk.

Cuatro minutos después, Buonanotte dio vuelta el resultado, con un bombazo, después de que se la sacaran en la línea a Rosales luego de una jugada del juvenil Pereyra.

A los 31’, el ingresado Keko Villalva selló el 3-1 final cuando encontró un rebote frente al arco.

Atlético Tucumán eligió el angustioso camino de refugiarse y dejó correr el reloj, esperando que el árbitro Giannini marque el final, y le salió mal en el primer partido de Chiche Sosa al frente del equipo.

Con esta victoria, River se recuperó de dos derrotas consecutivas y mantiene su sueño utópico de clasificar a la Copa Libertadores de América.