El termómetro en Rosario marcaba 35,4 grados este domingo a las cinco de la tarde pero igual hubo fútbol. Y el agobiante calor hizo efecto, sobre todo en el segundo tiempo, en el empate 0-0 entre Newell’s y River, por lo que algunos jugadores expresaron su malestar.
"Es inhumano", consideró el defensor millonario Danilo Gero este lunes, consultado sobre la obligación de jugar en ese horario en pleno febrero.
"Es muy difícil jugar con este calor. Uno siempre quiere jugar bien y ganar pero a veces no se puede. Jugar miércoles y domingo con este calor va a ser complicado" advirtió el jugador en declaraciones a una radio porteña.
Claro que el excesivo calor no sólo se sufrió en Rosario, ya que los partidos jugados en Buenos Aires también debieron detenerse para que los jugadores se refresquen, mientras los bomberos se encargaron también de sofocar a los hinchas arrojando agua a las tribunas.
"Es inhumano", consideró el defensor millonario Danilo Gero este lunes, consultado sobre la obligación de jugar en ese horario en pleno febrero.
"Es muy difícil jugar con este calor. Uno siempre quiere jugar bien y ganar pero a veces no se puede. Jugar miércoles y domingo con este calor va a ser complicado" advirtió el jugador en declaraciones a una radio porteña.
Claro que el excesivo calor no sólo se sufrió en Rosario, ya que los partidos jugados en Buenos Aires también debieron detenerse para que los jugadores se refresquen, mientras los bomberos se encargaron también de sofocar a los hinchas arrojando agua a las tribunas.


