Haber escogido el nombre de un segundón por naturaleza, acaso haya sido la mejor elección para un producto que procura sentar un precedente en la industria móvil. Sin embargo, Robin es un éxito incluso antes de haber debutado formalmente en el mercado. Se trata de un smartphone desarrollado por la firma Nextbit (creada en 2012 y compuesta por tres exempleados de Apple, HTC y Google) que fue puesto a prueba en Kickstarter, la más célebre plataforma de financiamiento colectivo.

El 1 de octubre es la fecha establecida para el cierre de la campaña y la meta de 500 mil dólares fue por lejos rebasada, en rigor, casi triplicada, con más de 3 mil usuarios apoyando la iniciativa. La bajada explicativa en aquella plataforma anticipa de qué se trata este innovador proyecto. “Robin es el único smartphone centrado en la nube y se vuelve más inteligente cada día”, anotan.

Un smartphone “cloud-céntrico”

En la era de las aplicaciones y el abundante contenido, la industria móvil se esfuerza en ofrecer dispositivos que cuenten con gran capacidad de almacenamiento nativo y que éste sea expandible mediante tarjetas microSD. En este escenario aparece Nexbit diciendo que Robin es capaz de ofrecer almacenamiento infinito gracias a la nube. ¿Cómo es esto?

En términos físicos, el smartphone llega con 32GB para almacenamiento (aquel que se denomina nativo). 100GB adicionales son ofrecidos en la nube sin costo adicional y desde Nextbit dicen que aquel volumen puede ser estirado (en planes que requieren desembolsar dinero). El directo vínculo con la nube es una capacidad que al momento incluyen otros dispositivos, aunque no los smartphones.

Es cierto que ciertas aplicaciones para móviles permiten gestionar contenido en la nube. No obstante, este es un conglomerado de hardware y software con la mira en aquel etéreo espacio de almacenamiento. En este sentido, el equipo ofrece algunas funciones interesantes relativas a la gestión del contenido y almacenamiento del mismo. Por un lado, cuando se graba un video o se introduce una canción en el teléfono, el sistema preguntará al usuario dónde desea almacenarlo: en el teléfono o en la nube. También podrá determinarse que guarde el contenido más pesado directamente en la nube.

Por otra parte, Robin incluye una herramienta que evalúa cuáles son las aplicaciones y contenido menos utilizados, llevándolos a la nube para no ocupar espacio de almacenamiento físico. Actúa del siguiente modo: cuando una app es poco utilizada, la desinstala, resguarda la información en la nube y deja un ícono que permite volver a acceder a ella en caso que el usuario así lo desee. La seguridad no queda por fuera de la receta. Prometen transmisión y almacenamiento encriptado en los servidores.

¿Cuáles son las especificaciones de Robin? Con una pantalla LCD de 5.2 pulgadas con resolución de 1080p y protegida por Gorilla Glass 4, se espera que corra con Android 6.0 (Mashmallow), el flamante sistema operativo móvil de Google. Su procesador es un Qualcomm Snapdragon 808, 3GB de RAM, cámara principal de 13 megapíxeles y frontal de 5 megapíxeles (nada mal para las selfies en boga) y batería de 2680mAh. Además, incluye un lector biométrico de huellas dactilares y puerto USB-C. En cuanto a conectividad, ofrece WiFi, NFC, Bluetooth y soporta redes 4G.

Se espera que Robin debute en el mercado (también fuera de Estados Unidos, según informa la compañía) durante los primeros meses de 2016. Tendrá un valor de 400 dólares (algo menos para aquellos que hayan confiado en el proyecto en Kickstarter) y deberá competir con pesos pesados, eso sí, con un signo diferencial: sus señas cloud. Al respecto, desde el sitio BGR anotaron una interesante reflexión. “Este smartphone elegante pero sin pretensiones no es un ‘iPhone killer’ o un ‘Galaxy killer’, y no ‘asesinará’ a otros teléfonos del mercado. Ahora bien, sí será el asesino de un gran problema”, dijeron en referencia al espacio para almacenar.

La producción será realizada en Foxconn, la planta de la cual salen muchos productos estelares de la industria móvil, como los iPhones de Apple. Según explica Nextbit, esto garantiza altos estándares de fabricación y ensamble. Además, un interesante aval es la experiencia de los que dirigen la plantilla de Nextbit: según cuentan, han trabajado en desarrollos como el G1, en equipos Nexus, Evo y en los HTC M7 y HTC M8.

Aquel carácter “cloud-céntrico” también se hace evidente en el diseño del teléfono que, por cierto, es bien elegante: en su cara posterior aparece el dibujo de una nube. Qué otro signo podría tener este producto que, como muchos de los que han triunfado en Kickstarster, deberá validar credenciales en el mercado real.

Fernando Llorente 
DonWeb.com