Cansados de los disturbios que producen las fiestas clandestinas en localidades de perfil tranquilo, Roldán decidió seguir los pasos de su vecina Funes y sancionar con hasta 35 mil pesos a todo aquel que realice un evento sin permiso.

En diálogo con Alberto Lotuf ( A Diario, Radio 2), el intendente de Roldán, José Pedretti, explicó que el detonante de tal decisión fueron los desmanes ocasionados hace poco en Cañada de Gómez en el marco de una fiesta sin habilitación. Tal situación alertó a la comunidad roldanense sobre una situación que ella misma padece cada fin de semana, pero que quedó pintada de cuerpo entero en el caso de la cabecera del departamento Iriondo donde varios autos amanecieron incinerados luego de los festejos.

Peretti explicó que los “party planners” hacen uso de las redes sociales para organizar los encuentros en casas quintas, cuyas características no son las de una típica celebración familiar, sino que resaltan por los excesos que allí se llevan a cabo. No sólo el alto volumen de la música y la venta libre de alcohol y otras sustancias preocupan al jefe comunal, sino las mismas medidas de seguridad de las casas que se convierten en verdaderos boliches.

Por otro lado, arremetió contra las inmobiliarias, las cuales si bien conocen que está prohibido el desarrollo de este tipo de eventos, alquilan igual los establecimientos e incluso para resguardarse de las multas, las incluyen en las tarifas del contrato.

De este modo, Roldán decidió recrudecer las penalidades que hasta la semana pasada –cuando salió la ordenanza nueva– rondaban los 3.500 pesos; a partir de ahora, quienes violen el Código de Faltas deberán abonar 35.000 pesos, el equivalente metálico de 5.000 litros de nafta super.

La sanción –aclaró Pedretti– penderá sobre los propietarios de las casas o sus inquilinos temporarios, pero no sobre las inmobiliarias.