La fiesta histórica. La de siempre, la que siempre identificó a la ciudad. Rosario celebra hoy el Día de la Bandera a toda orquesta, por más que falten el presidente Néstor Kirchner y el gobernador Jorge Obeid, que viajaron a España para una visita oficial. El tradicional ararancó luego de la llegada del vicepresidente Daniel Scioli, quien dijo que hay que tener presente siempre el ejemplo de Belgrano y que estaba orgulloso de estar en Rosario, todo un símbolo de la recupración económica del país. Junto a Scioli llegó la ministra de Defensa, Nilda Garré, quien volvió a criticar a los militares que reivindican el terrorismo de Estado (ver nota relacionada). El desfile cívico militar tuvo algo menos de gente que el año pasado. Pero hubo gran entusiasmo, sobre todo cuando comenzó a pasar de mano en mano la bandera más larga del mundo, la de Alta en el Cielo, que ya llega a los 11 kilómetros de longitud. Pero el homenaje a la bandera no se centra sólo en el Monumento. Sobre todo cuando, por estos días, la combinación de la fecha histórica con el Mundial de Fútbol ha hecho que, como nunca antes, Rosario esté cubierta de paños celestes y blancos en toda su geografía.