Los rostros de la guerra. Se sabe que de las experiencias humanas, la guerra es una de las más fuertes que un ser humano puede vivir. Tal es así, que para muchos que pasaron por eso, el suceso marca un antes y un después.
Eso es lo que quiso retratar el fotógrafo, cineasta y periodista británico Lalage Snow, quien desarrolló un proyecto llamado “We are not Dead” (No estamos muertos), en el que exhibe los rostros de un grupo de soldados británicos que cumplieron funciones en Afganistán.
Se trata de trípticos que muestran a cada uno de los militares al momento de ser enviados a la guerra (antes), cuando llevaban 7 meses (durante) y finalmente cuando concluyó la misión un mes más tarde (después).
Las imágenes son impactantes, pues no sólo se evidencian cambios físicos en apenas 8 meses, también se percibe una carga emocional distinta.
Además, los retratos se subtitulan con los pensamientos y los sentimientos de cada persona. “Hablan de miedo, ser herido, perder a un soldado hermano, extrañar el hogar, emoción, la vuelta a casa, y lo que es la vida en el frente de batalla”, señala el autor.