Envidia, dirán algunos. Otras, en cambio, preguntarán que comió Gemma Walker, para “pedir lo mismo”, como en Cuando Harry conoció a Sally. La joven británica en cuestión fue multada con 1.360 libras tras recibir varias denuncias de vecinos que no toleraban más sus gritos e insultos mientras tenía sexo.
No, de momento no apareció ningún video de Walker, madre soltera de 31 años, residente de Teesside, Middlesborough, para más datos.
Sus vecinos Ian y Susan Nicholls se presentaron ante la Corte de Magistrados de la localidad porque "no toleraban más" la situación. Y la justicia les dio la razón.
"Fue todo una pesadilla, siempre gritando, maldiciendo, teniendo que escuchar sus relaciones sexuales, todo ese tipo de cosas. No fue muy divertido", aseguraron, según declaraciones que reproduce The Mirror.
Parece que Gemma, no sólo “gemía”, sino que también escuchaba música a todo volumen.
Ahora, la chica deberá pagar 300 libras, 50 por cada infracción, además de 1000 libras de costas y 15 libras a cada víctima.