Una nueva y temeraria modalidad de riesgo se ha impuesto en algunas rutas de la capital de Santiago del Estero, donde jóvenes motociclistas desafían a la muerte encarando con sus vehículos a automovilistas inadvertidos que circulan en contrario para obligarlos a desviarse.

Si el rodado de mayor porte cambia su trayectoria para evitar la colisión, los motoqueros ganan lo apostado y en caso contrario (si logran salir ilesos de la "competencia"), pierden el dinero puesto en juego.

“Es una nueva modalidad confirmada por la policía” dijo el presidente del Consejo de Seguridad Vial de Santiago del Estero, Daniel Olmedo y señaló que los jóvenes tienen edades que varían entre los 16 y los 22 años, y están “envalentonados por el consumo de alcohol y droga”.

Es una variante suicida de las picadas, pero con mayor carga de peligrosidad que pone en riesgo las vidas de terceras personas ajenas a esta práctica mortal, y que se registra habitualmente en las medianoches de los sábados y domingos.

Trascendió que los lugares elegidos son los caminos que conducen a Las Termas y a Loreto, por la ruta nacional Nº 9, y a Fernández, por la ruta nacional Nº 34.