La policía rusa, alertada por excursionistas, halló 248 fetos humanos, probablemente de abortos, en un bosque de Sverdlovsk, en la región de los Urales, informaron fuentes judiciales locales. "Estamos investigando este descubrimiento. Esperamos los resultados", dijo una portavoz de la fiscalía, sin aportar precisiones.

Los fetos se encontraban en cuatro toneles de plástico y fueron descubiertos el domingo por la noche en un barranco cerca de la ciudad de Anik, a unos 75 kilómetros de Ekaterimburgo, la capital de la región, señaló a su vez una fuente del ministerio del Interior.

Los policías también descubrieron en el lugar etiquetas con las cifras "40, 24, 27 y 14", que podrían ser los números de los hospitales que descartaron los fetos, según la misma fuente. "Según las investigaciones preliminares, por lo menos cuatro hospitales podrían tener alguna relación" con este caso, dijo el portavoz Valéri Gorelyj.

Los legisladores rusos exigieron que se investigue de manera meticulosa este hallazgo "chocante", que podría arrojar pistas sobre casos de abortos clandestinos.

Las circunstancias del descubrimiento permiten "llegar a la conclusión de que tenemos pistas de un comercio criminal" de fetos, dijo Elena Mizulina, presidenta de la Comisión por la Familia, las Mujeres y la Infancia en la Duma, el Parlamento ruso.

"Todos los años se practican entre 5 y 6 millones de abortos clandestinos en Rusia, clandestinos porque se realizan más allá del plazo autorizado por la ley" (de 12 semanas de embarazo), dijo la funcionaria a la agencia AFP.

De acuerdo con Mizulina, unas informaciones no confirmadas de la prensa indican que los embriones hallados tienen entre 10 y 15 centímetros, por lo que se trata de fetos que exceden el plazo previsto en la ley para un aborto.
La alta funcionaria denunció la existencia de una filial clandestina que negocia con fetos de abortos tardíos para la producción de cosméticos.

De acuerdo con las estadísticas rusas, todos los años se practican en Rusia 1,2 millón de abortos un número oficial ya colosal comparado con el 1,7 millón de niños que nacen cada año.