Debut soñado para Russo. Todo perfecto. Porque abrió su tercer ciclo al frente de Central con una victoria gorda, ante un rival que por su peso específico (aunque haya jugado con mayoría de suplentes) hace aun más ruidoso el éxito. Y encima sumó de a tres cuando los rivales directos por la permanencia no ganaron. Más redondo, imposible.

Tras el juego, y haciendo uso de su estilo particular de frases cortas y tajantes, el entrenador habló con la prensa y dijo que se fue “muy conforme” con la producción grupal. “Son tres puntos importantes y el nivel me gustó”, tiró mientras caminaba rumbo al vestuario.

“Por momentos el equipo jugó bien, pero es difícil pedirles calma y control en algunos momentos. Los partidos van a ser así, luchados hasta el final”, señaló escuetamente al analizar el desarrollo. Y consultado sobre lo que no le gustó de Central, deslizó: “A veces perdemos demasiadas pelotas”.

A continuación, un periodista lo consultó sobre la influencia que tuvo su llegada en la vuelta al triunfo: “Gracias a Dios ganamos, pero a Central lo sacamos entre todos. Estoy confiado plenamente en este equipo”, tiró. Y finalmente evitó hablar del inminente clásico ante Newell´s: “Primero está Gimnasia de Jujuy”, cerró.