Mientras en Rosario familiares y organizaciones sociales y políticas marchaban por el centro para pedir justicia por Franco Casco, en la vecina ciudad de San Lorenzo sucedía otro tanto. Allegados a Roberto Arrieta reclamaron en una concurrida marcha que su crimen no quede impune. Un mes atrás, Arrieta, de 22 años, falleció tras recibir un disparo de un policía en Puerto General San Martín. Hasta el momento la causa tiene imputado al uniformado acusado de tirar.

Bajo el lema “Un mes sin Rober”, sus amigos, familiares y vecinos en general de la ciudad se manifestaron en la “esquina de los bancos” de San Lorenzo, en la conocida intersección de San Martín y Urquiza donde todos los jueves los Perassi reclaman por su hija Paula, desaparecida hace ya cuatro años.

“Llevamos el mismo reclamo: que no se cajonée la causa, que se haga justicia. Es muy evidente lo que sucedió”, señalaron desde el entorno de la víctima, según publicó el portal sl24.com.ar.

El único imputado en la causa es Jonatan P., un efectivo de 25 años, acusado de dispararle a Roberto en la comisaría de Puerto General San Martín desde una distancia muy corta.