“No es bueno que el hombre esté solo”, trazó hace siglos la escritura sagrada de La Biblia y desde ahí, la premisa se hizo carne en todos aquellos que no sólo tienen compañía sino que una vez al año celebran la vida en pareja.

Es que si a alguien tienen que darle las gracias los enamorados y enamoradas por atravesar esa condición es a San Valentín cada 14 de febrero.

Durante la clásica celebración del Día de San Valentín que se conoce en toda América latina como el Día de los Enamorados, los novios, esposos o amantes se expresan su amor o cariño mutuamente a través de distintas ofrendas.

Cuenta la leyenda que San Valentín era un sacerdote que ejercía en la Roma del siglo III y que se atrevió a desafiar al emperador Claudio II desoyendo el decreto que prohibía la unión de matrimonios jóvenes.

La autorización de matrimonios en secreto derivó en que San Valentín saltara a la popularidad hasta llegar a ser el patrón o santo de los enamorados, tiempo antes de su ejecución, el 14 de febrero del año 270.

Típicamente occidental, pues se remota a la Antigua Grecia y a Roma, el Día de San Valentín se ha extendido a otros países, como Japón,China y Taiwán.

Este día las parejas acostumbran a entregarse dulces flores y otros tantos obsequios para demostrar su amor.

Diferentes costumbres

En Europa hay distintas formas de celebrar este día. Las mujeres solteras de Gran Bretaña e Italia, la noche de San Valentín se levantan impacientes antes del amanecer y se paran frente a la ventana esperando a que un hombre pase.

Esto se debe a que cuentan que el primer hombre que se les aparezca o que vean, se casará con ellas durante ese año. Ellas, con la esperanza de que esto ocurra, año tras año, se posan en sus ventanas por si acaso no se trata de una leyenda.

En Dinamarca la gente tiene por costumbre enviar flores blancas a sus personas más queridas, ya sean pareja o amigos. Por su parte, los hombres daneses envían para esa fecha cartas llamadas gaekkebrev (carta graciosa), y en el remitente escriben una rima pero no firman con su nombre sino con puntos, uno por cada letra de su nombre. Si la mujer que la recibe adivina quien la envió, él la recompensa con un huevo de Pascua en esa fiesta.

En tanto, en Estados Unidos y Canadá, son famosos los conocidos “valentines”, se trata de tarjetas de felicitación que se elaboran ese día y se intercambian con sus amigos.

Pero en el mundo no faltan las tradiciones curiosas. En Corea, las mujeres ofrecen chocolate a los hombres. En Nueva York sólo siete parejas contraen matrimonio ese día, en el mirador del piso 80 del Empire State Building, y formar parte del Club Nupcial del famoso edificio teniendo entrada libre el día de su aniversario.

En Japón, miles de enamorados se acercan al monte Fuji, justo en el Punto de los Enamorados situado en Izu, para tocar la Campana del Amor tres veces mientras pronuncian el nombre de su amado para convertir su affaire en amor verdadero.

En Colombia, por motivos comerciales la fiesta se celebra el tercer fin de semana de septiembre y se conoce como Día del Amor y la Amistad y no sólo convoca a los enamorados sino también a los amigos.