El día fue demasiado largo en el piquete de Arijón y Paraguay. Primero los comerciantes de la zona decidieron desalojar por la fuerza a los manifestantes ante los inconvenientes que el corte les significaba a su actividad. Después, a la tarde, unos 60 manifestantes retomaron el bloqueo, no sólo de la calle sino de la vía del ferrocarril, pero esta vez sin quemar cubiertas sino con una larga bandera argentina.

Su intención era quedarse toda la noche, dijeron al móvil de Gustavo Poles de Radio 2. Sin embargo, pasadas las 20 ya no estaban sobre el lugar del corte. Según le dijo Cecilia Córdoba, coordinadora del Centro Cultural Fuerte Apache ubicado en Presidente Roca al 5.200, a Rosario3.com “los de Infantería (por la sección de la policía) nos corrieron a palazos”.

Por su parte, fuentes policiales desmintieron la utilización de la fuerza y señalaron que “los manifestantes se fueron por su cuenta”. Más temprano, el titular del subcomisaría 20ª había adelantado a Canal 3 que “vamos a estar del lado de los comerciantes”.

“Se nos vinieron encima y decidimos no enfrentarlos porque no somos violentos, sólo reclamamos comida para poner encima de la mesa. Ellos siguen siendo los que generan la violencia”, aseguró Córdoba, quien señaló que analizarían volver con su reclamo de ayuda en alimentos “con más fuerza la semana que viene”. Además, señaló que la falta de respuestas desde el Estado se debe a que son un centro con "independencia política".  

El desalojo de los comerciantes

Vecinos y comerciantes de la zona de Arijón y Paraguay desalojaron por la fuerza este viernes a la mañana un piquete que un grupo de habitantes de Fuerte Apache realizaba en esa esquina en reclamo de bolsones navideños. Los piqueteros mantuvieron también cortadas las vías del ferrocarril, hecho por el cual había este viernes a la mañana tres trenes de pasajeros que tenían que ingresar a Rosario y no podían. 

De acuerdo al relato del periodista de Radio 2 Pablo Procopio poco después de producida la pelea, con palos en sus manos los comerciantes decidieron desalojar por mano propia el corte de calles que se mantuvo por 36 horas y que hacía que nadie se acercara a sus negocios.

En el lugar se vivieron momentos de suma tensión entre ambas partes. Mientras, la policía repetía que su orden es no reprimir conflictos sociales, aunque un cordón de agentes se depslegó para proteger los comercios. 

Cerca de las 11.30, el juez Juan José Pazos dijo a Radio 2 que la situación estaba controlada aunque no podía garantizar por cuánto tiempo, que los comerciantes realizaron una presentación judicial para pedir el desalojo –algo que describió como inédito– y que su orden por escrito al jefe de Policía fue que "arbitre los medios tendiente a normalizar la situación, garantizar el paso de los trenes e individualizar a los autores", pero "a través de la mediación con medios pacíficos, descartando la represión".

El piquete volvió a la zona por la tarde. En el mismo escenario, los mismos manifestantes mantuvieron los mismos reclamos que a la mañana: bolsones, tickets de alimentos, también mejoras en el comedor del barrio y chapas para las viviendas que sufrieron la pedrada. Y los comerciantes volvieron a enojarse. Pero esta vez hubo, al menos, un gesto: a instancias de los vecinos, los piqueteros decidieron no quemar gomas para no llenar el barrio de humo negro. El corte de calle y de las vías se realizó con una extensa bandera argentina.

"Una cosa es que corte y la otra es que prendan fuego en la puerta del local", explicó un comerciante a Radio 2. "Llegamos a un acuerdo, porque hay derecho de reclamar pero hacerle daño al que trabaja es un abuso. Uno se siente desprotegido", aseguró. Otro comerciante explicó la situación: "Entendemos las necesidades que ellos tienen, pero nosotros apostamos todo a la Navidad y necesitamos trabajar".

Por su parte, Cecilia Córdoba, del grupo de piqueteros, dijo que los comerciantes no tienen nada que temer y que reclaman a la provincia un ticket para realizar compras navideñas. Aclaró, además, que no buscan dinero. Otro manifestante, que se identificó como Flecha, dijo que ellos no reciben ayuda por "no tener padrinos políticos", a diferencia de otros grupos piqueteros "favorecidos por el Estado".