Tal como se esperaba, Rosario Central podrá jugar este domingo como local en el Gigante de Arroyito, que fue rehabilitado luego de la suspensión aplicada por la Justicia luego de los incidentes ocurridos tras la derrota ante Independiente Rivadavia de Mendoza. La Justicia avaló las nuevas medidas de seguridad y dio luz verde al uso del estadio para enfrentar a Douglas Haig de Pergamino, desde las 17.
“El trámite, en términos de clausura, está terminado. Ahora queda la inspección en manos del juez de turno”, explicó el juez de Instrucción de la 9ª nominación, Javier Beltramone, luego de recorrer las instalaciones.
En diálogo con la prensa aseguró que los requisitos demandados a la dirigencia auriazul “se cumplieron ampliamente”, ya que se pedía un mínimo de cuatro nuevas cámaras en zona de vestuarios y se instalaron siete.
“Es un centro de monitoreo bastante moderno, con un doble objetivo: el de prevenir ilícitos, y si se comete alguno, tenerlo registrado”, señaló el magistrado.
También se refirió a la situación judicial del ex manager del club Gonzalo Belloso y dijo que la carátula por el presunto ataque a dirigentes mendocinos dos semanas atrás –lo que generó la sanción al Gigante– es por “agresiones leves calificadas”, con calidad de “dolosas por haber sido cometidas en el ámbito de un espectáculo deportivo”.
Beltramone ya había anticipado a Rosario3.com que a más tardar el miércoles de esta semana iba a recorrer los sectores afectados del estadio centralista y que era inminente el levantamiento de la suspensión preventiva, originalmente dictada por 60 días.
Sin embargo, antes de la recorrida, adelantó en contacto con Radiópolis (Radio 2): "No vamos a dejar que no se juegue el partido si falta una lamparita o una mano de pintura en la pared".
"Si las obras están avanzadas en un alto porcentaje, si lo de mayor importancia funciona y en rasgos generales está todo bien se levantará la clausura", aseguró el magistrado y remarcó que "no se hará ningún tipo de cuestionamiento de una exigencia tal que no se permita".
"Un esfuerzo económico"
Por su parte, el presidente de Central, Norberto Speciale, habló antes de la decisión del juez y se refirió a las reformas que debieron hacerle al Gigante para levantar la prohibición: “Todo esto exigió un esfuerzo económico porque son cuestiones caras –sostuvo–; debimos comprar cámaras de última generación, adaptar un monitos, un lugar para que sean observados por personal del club y policial, hacer un cableado con fibra óptica, fue una inversión importante”.
El lunes, tal como había sido requerido, Speciale se presentó en los Tribunales provinciales para exponer el proyecto que apunta a mejorar la seguridad del estadio, tras los sucesos registrados minutos después de la derrota de Central por la 8ª fecha de la B Nacional.
Luego de ese hecho –que también habría involucrado a la barra brava–, y de su correspondiente presentación ante la Justicia local, Belloso renunció a su cargo y la dirigencia aceptó su alejamiento.
Ahora el presidente dispuso el inicio de la colocación de cámaras en sectores que no contaban con las mismas, debajo de las plateas que dan espaldas al río. Era uno de los requisitos impuestos por el juez, que además exigió algunos cambios –cuyos detalles no trascendieron– en las disposiciones de los operativos policiales durante los partidos.
Tras una fecha en la que el Canalla jugó como visitante, podrá recibir a Douglas Haig en Arroyito, el domingo a las 17, por la la 10ª jornada del torneo.
Juez Javier Beltramone (Radio 2)