Un avión turco con 107 pasajeros a bordo fue secuestrado y obligado a aterrizar en Italia. Las primeras hipótesis señalan que sería una forma de protesta por la inminente visita del papa Benedicto XVI a Turquía. Tras el aterrizaje, los secuestradores se entregaron a las autoridades.

Medios internacionales alertaron este miércoles sobre el secuestro de una nave comercial de la empresa Turkish Airlines que volaba desde la capital de Albania, Tirana, a Estambul. Dos hombres armados habrían interrumpido el vuelo cuando la máquina sobrevolaba Grecia y poco después la obligaron a aterrizar en Italia. El avión transportaba a 107 pasajeros y a seis miembros de tripulación.

"El avión envió la señal (codificada de secuestro) dos veces mientras estaba en espacio aéreo griego. Cuatro aviones de combate griegos despegaron y escoltaron el avión hasta que salió del espacio aéreo griego con destino a la ciudad italiana de Brindisi", aseguraron desde el Ministerio griego de Defensa.

La Fuerza Aérea italiana confirmó después que había interceptado el vuelo turco y que éste había aterrizado en el aeropuerto de Brindisi. Según un canal de televisión turco los responsables del secuestro habrían sido dos ciudadanos turcos, quienes se rindieron luego ante las autoridades. La televisión también citó a fuentes policiales diciendo que el aparato fue capturado en protesta por la próxima visita del Papa Benedicto XVI a Turquía.